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De ayer a hoy

Mil pedazos de nuestra historia

Alfonso Rovira consigue publicar un millar de crónicas sobre los acontecimientos y personajes más populares de Alzira

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Alfonso Rovira presenta "Mil pedazos de nuestra historia"

Espero que ustedes sepan perdonar la intromisión en un espacio ajeno, pero el momento lo requiere. El legítimo propietario de esta parcela periodística, Alfonso Rovira, ha provocado latigazos semanales en las neuronas que se encargan de activar los recuerdos desde el 12 de enero de 1992 y la crónica que hoy tienen en sus manos marca una cifra redonda: es la entrega número mil. Por este motivo, con la autorización expresa del titular, me he colado en su territorio para convertir al autor de estos relatos en protagonista excepcional de la narración.

A lo largo de casi 25 años „faltan menos de tres meses para alcanzar ese hito„ Rovira ha certificado el paso del tiempo con narraciones costumbristas acompañadas de valiosísimas imágenes históricas que constatan la gran transformación que ha experimentado la capital de la Ribera Alta en el último siglo. Su colaboración semanal ha sido tan longeva y notoria entre los alcireños que su creador se ha convertido en un personaje igual de popular que los que él mismo retrata cada siete días en estas páginas.

La inmensa vitalidad que exhibe a sus 85 años y su desbordante vocación de servidor público le han transformado en un alcireño de leyenda. Hoy ya puede presumir de mantener activa la colaboración periodística más antigua de cuantas publica la prensa valenciana. Es un periodista de aluvión. Antes de deletrear sus recuerdos sobre el papel anduvo años sometido al régimen de vientos que provocan las ondas hertzianas. En aquella entrañable Radio Alcira tocó todos los palos hasta ser él quien manejaba la baraja como director de una emisora que hechó inexplicablemente el cierre en 1990.

Hoy recoge los frutos de tan prolijo aporte a la comunicación oral y escrita. Al margen de las recompensas profesionales, la sociedad alcireña le ha distinguido con el más sentido de los reconocimientos: su aprecio. Hasta una avenida lleva su nombre.

Lo suyo ha sido el periodismo de proximidad, remarcó ayer Julio Monreal, director de Levante-EMV, en el acto inaugural de la exposición fotográfica que ha brindado Rovira a los alcireños al alcanzar millar de crónicas. «Ha trabajado muy pegado al terreno, ha preferido el testimonio en primera persona de los protagonistas de cualquier acontecimiento antes que el relato farragoso de un periodismo fabulador», añadió.

El cronista oficial de la ciudad, Aurelià Lairón, empleó un juego de palabras para definirle: «un home bo i de bé». El alcalde, Diego Gómez, le consideró uno de los «pocos "homenots" alcireños que quedan» y el presidente de La Gallera, Salvador Collado, se mostró encantado de que el Salón Árabe, recién restaurado, sirviera el «marco más hermoso» para exhibir su última muestra fotográfica.

Todas las semanas evoca sobre el universo de papel que le brinda este periódico trazos del microcosmos más humano y reconocible de Alzira. Ha reconstruido la historia más reciente sin advertir que hoy ya forma también parte de ella. Esta es su crónica.

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