El presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Peláez, anunció su voluntad de desempolvar el expediente del área única de prestación conjunta de forma que los taxistas de la comarca puedan trabajar en toda la demarcación de la Ribera. Peláez recordó que se trata de una propuesta que promovió la mancomunidad, asumió el Consorcio de la Ribera y quedó sobre la mesa en 2012 con la supresión de la Agencia de Movilidad. «No soluciona el acceso a hospitales, pero sí daría una oportunidad a algunos municipios mientras se solventa el problema de las líneas de autobús», indicó, al tiempo que señalaba que las licencias de taxi que ahora tienen carácter local pasarían a ser comarcales.

Txema Peláez defendió que la propuesta cumple los dos requisitos que exige la normativa, es decir, que esté avalada por un 75 % de los municipios del área y que estos municipios representen al menos un 75 % de la población total y comentó que sólo falta que la conselleria lo autorice. El también alcalde de Sumacàrcer indicó que se había conseguido superar la reticencia inicial de una asociación de taxistas de Sueca.

Por otra parte, y frente a las peticiones de algunos alcaldes para repescar circunvalaciones pendientes, la consellera de Obras Públicas, Mª José Salvador, comentó que su departamento tiene hipotecado un 85 % del presupuesto por obras ya ejecutadas por el anterior Consell o que dejó a medio hacer pero con compromisos de pago que se prolongan hasta 2020 y que, con esta realidad, su departamento no está en condiciones de abordar grandes proyectos. Si anunció la previsión de que le presupuesto de 2017 incluya una rotonda en la CV-50 a la entrada de Carlet desde el Marquesat para reducir la velocidad de los vehículos y defendió que, ante la falta de recursos, se ha optado por priorizar aquellas inversiones que tengan un gran impacto social. Salvador presentó como un «reto de esta legislatura» abordar los problemas de movilidad.