La asociación de vecinos de Vilella denuncia el estado de abandono y suciedad que presentan los cauces de los términos municipales de Alzira y Carcaixent, como es el caso del barranco de la Casella, el de l'Estret o el de Barxeta. La agrupación teme las consecuencias que pueda tener en su barriada y en otras zonas la llegada de una lluvia torrencial o una crecida del agua, lo que implicaría sufrir inundaciones en una ubicación que, históricamente, es de las más sufre este tipo de incidentes.
«No entendemos cómo, sabedores de nuestras circunstancias, se puede bajar la guardia y dejar abandonados, sucios y sin ningún tipo de mejora los barrancos, el de la Casella y el del Estret, este último peligrosísimo y prácticamente desaparecido, y el Barxeta, no menos peligroso para Alzira y Carcaixent», argumenta la asociación vecinal.
La maleza y la suciedad cubren buena parte de los mencionados barrancos. La vegetación se extiende por varios kilómetros de manera incontrolada dificultando de hecho el acceso a los mismos. Ante esta situación, los vecinos de Vilella se plantean una serie de preguntas retóricas: «¿Tan costoso resulta limpiar los barrancos?» o «¿De verdad es imposible arreglar el barranco de la Casella a su paso por el puente de Xàtiva en la entrada sur de Alzira?».
Ante estos interrogantes, los propios vecinos reflexionan sobre las medidas tomadas en el pasado y la llegada de las inundaciones: «Se han hecho obras de infraestructura importantes que han mejorado nuestras vidas: embalses, malecones, motas, el desvío del río Xúquer, estudios y propuestas de nuevas intervenciones. No podemos decir que no se ha hecho nada. Se han destinado muchos recursos económicos y técnicos para solucionar el problema de las avenidas y se ha logrado disminuir los efectos de las lluvias tan fuertes que acostumbramos a sufrir al llegar la primavera y, sobre todo, los meses de octubre y noviembre; pese a ello, seguro que padeceremos nuevas inundaciones, pero ojalá no sean ocasionadas por la desidia y la incuria de aquellos que tienen en sus manos solucionar este problema».
Los vecinos de Vilella recuerdan cómo tras los efectos devastadores de la lluvia en la provincia de Valencia en 1864 los técnicos de la época ya alertaban de la necesidad de acometer actuaciones en Alzira y sus alrededores para evitar desastres hídricos. Aunque no es necesario irse tan atrás en el tiempo. Estas zonas, durante los últimos años, han sufrido numerosas inundaciones de diferentes magnitudes. Pero lo cierto es que, en la actualidad y ante una complicada coyuntura económica, las actuaciones del CHJ se han reducido considerablemente y los barrancos o el propio Xúquer no pasan por su mejor momento. En ese sentido, el problema se hace extensible a una gran cantidad de municipios de la comarca.
