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Cuidar ancianos 75 años

Sor Primitiva Calvo celebra sus bodas de diamante profesionales en el asilo de Alzira

Cuidar ancianos 75 años

En la residencia de Ancianos Desamparados Santa Teresa Jornet de Alzira, hace pocos días, hemos disfrutado de la importante celebración de dos monjitas. Sor Primitiva Calvo Andrés, de la respetable edad de 94 años -30 de ellos en Alzira- que cumplía 75 años en la Congregación, sus bodas de diamante. Fue el 15 de octubre de 1952, cuando pronunció sus primeros votos en Valencia. Todo un proyecto de amor, toda una gran aventura. Era el comienzo de un caminar mano a mano con Cristo; de una entrega total; el servicio a los ancianos más necesitados. 75 años de la Virgen María, bajo la advocación tan valenciana de los Desamparados; presencia maternal y alentadora en todos los instantes de la vida, siguiendo las huellas de Santa Teresa Jornet, la madre fundadora de esta siempre muy querida institución en Alzira y por qué no, también de la Ribera, ya que en esta casa conviven vecinos de toda la comarca. Sor Primitiva ha dedicado una vida a los más necesitados, puesto que en esta casa se encuentra siempre una sonrisa, comprensión, misericordia, bondad? y amor.

Cuántos días, cuántos momentos, cuánto amor derrochado a manos llenas en los distintos lugares que la obediencia le ha confiado. Damos gracias a Dios por estos 75 años de entrega, por su testimonio de vida. Sor Primitiva tuvo dos hermanas religiosas, Asunción, dominicana de San Blas y Claudia, agustina, las dos de clausura, ya fallecidas. Tres religiosas en esta familia burgalesa.

El que suscibe conoció de cerca esta labor siendo monaguillo de Santa Catalina, en los inicios de la década de los años 40 del pasado siglo, cuando asistíamos a la capilla de la casa de acogida frente al ayuntamiento -un palacio que nunca debió desaparecer- para ayudar la eucaristía que todos los días a primeras horas de la mañana celebrada el sacerdote de El Vergel José Diego.

De Sor María de la Luz Vela Canalejas, natural de Albacete, podemos decir que el 15 de este mes de octubre, un día antes de la celebración en la capilla de la residencia, en la casa madre de Burjasot, había pronunciado el «Sí» incondicional de la llamada de Dios.

En la emotiva ceremonia, las protagonistas fueron arropadas por sus familiares más allegados, siendo oficiada por Ernesto Colomer, capellán de la residencia, quien pronunciaba una bellísima homilía, en la que subrayó: «Necesitamos muchas personas que mantengan sus brazos en alto». Y a continuación remarcó: «Ellas no vienen a ganar dinero».

Al terminar la ceremonia en la capilla del Hogar, Juan Grau, presidente de la Asocación Instructiva del Hogar Santa Teresa Jornet, pronunció unas palabras en las que decía: «De fuentes muy fidedignas, según me ha dicho mi esposa, ha llegado la noticia que ha resultado graciosa. ¡Se han rebelado dos rosas!. Se han presentado ante Dios, protestando silenciosas. Ya no darán más perfume hasta que cambien las cosas; jamás podrán consentir que Sor Primitiva y María de la Luz, sean más hermosas». Grau terminó: «A tots els presents els demane un xicotet favor, ja que tots estem contens per este meravillós esdeveniment. Demostrem els sentimens que tenim per a elles dos en un gran aplaudiment».

Recuerdo ser testigo presencial de la inauguración de esta residencia, el 21 de junio de 1967. El presidente de la Junta de Obras, el querido y recordado don Luis Suñer, dijo en su parlamento: «Cuando en 1963 recibía el encargo de la Madre General de esta congregación no dudé en aceptarlo complacido e ilusionado, porque la tarea confiada en levantar un hogar para nuestros ancianos merecía la pena. La finalidad de dotar este refugio acogedor, alegre, que fuera «antesala del cielo» a nuestros mayores, era nuestra gran ilusión y principal meta. Por ellos valía la pena decir sí a la Madre General». Y c0ncluyó: «El día de hoy para mí está cargado de emoción y es por lo que manifiesto que cumplo el deber de decirle: le entregamos el Hogar Teresa Jornet, junto a la promesa de que sus moradores estarán siempre en nuestro corazón, con la ayuda de todos los alcireños».

En 1883, hace 133 años, se recibió en Alzira la visita de Sor Teresa Jornet, fundadora de la Congregación de Hermanitas de Ancianos Desamparados para la apertura de un hogar de ancianos en la calle San Roque, frente al ayuntamiento, siendo recibidas por el alcalde, Juan Redal y el cura de Santa Catalina, León Gadea. Ese caserón acogió a los ancianos necesitados 84 años. Ese año también se la inauguró La Gallera, justo el 19 de diciembre.

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