La campaña del caqui y los cítricos será este año en Llombai más corta de lo normal. La tromba de granizo del pasado 23 de septiembre ha mermado las cosechas y el ayuntamiento ha decidido solicitar la declaración de zona catastrófica preocupado por las consecuencias que esta escasez de fruta tendrá en los ingresos de las familias que dependen del campo. El informe técnico que respalda la petición elevada por el alcalde cifra en 5.759 los jornales que se perderán por el descenso de la cosecha -4.322 en trabajos de recolección de la fruta y otros 1.437 en la manipulación en la cooperativa-, que equivalen al trabajo de cien personas durante tres meses, concluye este documento.
El consistorio solicita una ayuda de 245.000 euros para recuperar jornales perdidos y propone un plan similar al que se puso en marcha tras el veto ruso a las importaciones para, en este caso, retirar del campo la fruta dañada, de forma que ese dinero contribuiría a generar empleo. También reclama la exención «en parte o en todo» del IBI de rústica -el padrón completo de este año se elevaba a 59.858 euros- y una ayuda de 7.000 euros para reparar caminos.
El informe detalla que este episodio de granizo que también causo daños en Favara, Llaurí y el valle de Càrcer afectó a una superficie de 4.400 hanegadas del término municipal de Llombai, de las que 1.500 corresponden a caquis y algo de granados, 1.330 a cítricos, 570 a olivos y 1.000 a frutales. Los técnicos han estimado el daño entre el 90 y el 100 % en 1.600 hanegadas, entre el 50 y el 90 % en otras 1.800 % y en hasta un 50 % las mil hanegadas restantes.
Por otra parte, de la mano de la cooperativa, a la que están vinculados gran parte de los cultivos afectados, los técnicos estiman en más de tres millones de kilos la fruta que no se va a poder recolectar y, en base a estas cifras, cuantifican la pérdida de jornales, que de forma mayoritaria se concentran en el cultivo del caqui. Llombai cuenta con 195 parados.
