Algunos miembros de las comisiones falleras de Alzira mostraron ayer su malestar por el reparto de entradas para acceder al Gran Teatre, una medida tomada por motivos de seguridad para controlar el aforo y evitar situaciones de riesgo. Según explico Muñoz a Levante-EMV, «cada falla recibió 10 entradas y se ofrecieron en ventanilla para los vecinos otras 200 de forma gratuita». El resto se repartió entre las numerosas asociaciones locales, entre los colectivos festeros invitados procedentes de toda la Comunitat Valenciana y Murcia, y entre los miembros de la JLF. Las entradas puestas en ventanilla se terminaron en pocos minutos y el ayuntamiento tuvo que intervenir colocando una pantalla gigante y 200 sillas en loas aledaños del auditorio para todas aquellas personas que se quedaron si entrada. Tras unos pequeños problemas técnicos, la ceremonia se pudo emitir. v. tomàs alzira