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«La necesidad hace en cualquier sitio que pueblos que tienen problemas similares se asocien»

«La necesidad hace en cualquier sitio que pueblos que tienen problemas similares se asocien»

Alzira acoge la Conferencia Internacional de Mancomunidades. ¿Qué puede aportar la Mancomunitat de la Ribera Alta a una asociación de municipios de Latinoamérica o África?

Dada la trayectoria de estos veinte años, creemos que todo lo que hemos aprendido, hemos desarrollado y estamos haciendo es extrapolable a otras mancomunidades de otras zonas que pueden aprender de nuestra experiencia. Al mismo tiempo, estoy seguro de que nosotros podemos aprender de lo que se está haciendo en otros lugares. Es la apuesta clara por el municipalismo, por la solidaridad entre territorios, entre pueblos y vecinos para juntos afrontar cuestiones que de forma individual muchos municipios no podrían afrontar.

¿Pero son realidades muy diferentes?

El nivel de desarrollo y autonomía municipal en otros países, posiblemente, sea inferior al nuestro. Aqui tenemos un Estado muy jerarquizado en cuanto a competencias, pero también las tenemos distribuidas de una forma que los municipios son los que finalmente acaban prestando la mayoría de servicios, a veces sin recursos. Posiblemente en Latinoamérica no hay una organización autonómica como aquí y la competencia que tienen los ayuntamientos es muy pequeña, centrada en los servicios básicos, pero de una buena gestión o un mala gestión puede depender la calidad de vida de las personas. La mancomunidad puede aportar la suma de esfuerzos de municipios con problemas similares a los que de forma individual costaría mucho más dar soluciones óptimas. La necesidad hace que busques, que te asocies, y que dos o tres pueblos que tengan el mismo problema decidan unirse para afrontarlo.

La realidad sí es más similar en Europa?

En Europa, bajo diversas figuras, se adoptan fórmulas similares, la unión alrededor de un problema. Aqui hemos diversificado mucho, servicios sociales, culturales, deportivos, medio ambiente, empleo? somos de las más diversificadas y que más servicios prestan, al menos en el país. La realidad y la necesidad nos obliga a abrirnos a situaciones nuevas. En este año y poco que llevamos valoro haber roto esa imagen de que las mancomunidades sólo sirven para los pueblos pequeños. Hemos encontrado sintonía con los nuevos dirigentes de las grandes ciudades que ven que la Mancomunitat también es una oportunidad para afrontar sus problemas. De hecho, aqui hemos iniciado una experiencia única en todo el país como es la Oficina Comarcal de la Vivienda. Alzira tenía un problema grave en cuanto a desahucios, viviendas sociales, familias con problemas... y nosotros teníamos voluntad de afrontar ese problema. Nos hemos unido y afortunadamente ya se han mostrado interesadas en participar o ya están participando otras ciudades como l'Alcúdia, Carlet, Vva. de Castellón, lo que demuestra que las mancomunidades sí que son útiles incluso para los grandes municipios.

Primero la Ley de Sostenibilidad y después algún programa electoral planteaba la fusión de pueblos pequeños. ¿La asociación es una alternativa mejor?

Hay que conocer el territorio y, en España, los municipios de menos de mil habitantes son el 70 u 80 %. Los pueblos pequeños no son el problema del déficit de las Administraciones locales. Cuando arranca la crisis se estimaba que había 28.000 millones de déficit de las administraciones locales, pero 7.000 millones eran del Ayuntamiento de Madrid. ¿Quién gestiona mal, los grandes o los pequeños? Nosotros, con muy pocos recursos, estamos dando muchos más servicios que ayuntamientos grandes. Poner el foco sobre los pequeños es erróneo. Hay otro factor, estamos viviendo en un país con grandes problemas climáticos, de desertización?. Si los pequeños municipios que son los que retienen y fijan la población se abandonan, ¿qué vamos a encontrarnos a la vuelta de 15 o 20 años? ¿Un erial, una España seca y desértica? Que desaparezcan no es la solución. Los propios municipios, ante esta situación, ya buscan las fórmulas para subsistir y una de ellas es mancomunando. Al final, los pueblos pequeños son más permeables y más abiertos a mancomunar que los grandes, porque la necesidad les obliga.

¿Considera que la Mancomunitat ha logrado ser la voz de la comarca que Vd. buscaba?

Al menos somos un referente y esa es nuestra intención. En la Mancomunitat se está voluntariamente y agrupar a los 35 pueblos de la Ribera Alta ya denota que hay voluntad de estar, de ser. Para ser comarca y creernos que somos comarca qué mejor que tener un organismo que canalice toda las demandas, necesidades y voluntades de sus integrantes. Estamos tratando de ser un referente, un referente en el que todos colaboramos conjuntamente. En la junta de gobierno están representados todos los partidos políticos de la comarca, no hay oposición y gobierno dentro de la Mancomunitat, intentamos llegar a todos, y todas las peticiones vengan de donde vengan son bienvenidas y atendidas.

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