Las previsiones económicas se han cumplido. El equipo de gobierno de Alzira estimó que la municipalización del servicio de limpieza de las escuelas y de los edificios municipales podía suponer un ahorro de aproximadamente 100.000 euros a las arcas municipales y, según los datos oficiales, finalmente serán 128.558 euros. El ejecutivo local de Elena Bastidas (PP) licitó el servicio con una empresa privada por valor de 577.858 euros anuales, mientras el actual gobierno alcireño que dirige desde la alcaldía Diego Gómez (Compromís) ha gastado en total 449.300 euros (en un montante en el que se incluyen las nóminas de las trabajadoras y los gastos de material).

Cerca de 130.000 euros de ahorro que avalan, según el tripartito, la apuesta por la gestión pública de los servicios de limpieza locales. Según el edil de Recursos Humanos y Empleo, Ivan Martínez: «Como no podía ser de otra forma en un gobierno que está llevando a cabo verdaderas políticas de izquierdas, hay que defender el sector público. El criterio de este equipo de gobierno ha sido asumir los servicios públicos en la medida de las posibilidades y que el beneficio sea de todas y todos, manteniendo todos los puestos de trabajo y prestando un servicio de calidad». Además, el concejal de Esquerra Unida añadió que el cambio de modelo de gestión, además de suponer un ahorro claro para las arcas municipales, «revierte en una mejora del servicio y la creación de más bolsas de trabajo públicas abiertas y transparentes. También hay que subrayar la labor de los técnicos municipales para supervisar este servicio, que antes no se hacía». La municipalización del servicio de limpieza de las escuelas y de los edificios municipales, según el gobierno local, ha supuesto la racionalización de las tareas asignadas, haciendo una redistribución de franjas horarias y edificios, mejorando las condiciones de trabajo de sus trabajadores y garantizando los veintiocho puestos de trabajo.

Alzira se quedó sola en verano en defensa de la reversión pública de algunos de sus servicios, ya que la impugnación del Gobierno de España echó atrás las pretensiones mostradas también por los equipos de gobierno de Algemesí y Alginet. La capital de la Ribera Alta es la única localidad de la comarca que sigue adelante con la municipalización del servicio de limpieza de edificios públicos. Ante las objeciones que realizó el Gobierno, otros han pospuesto la decisión. Una de las reivindicaciones de la izquierda al acceder a los gobiernos municipales era precisamente ésta, el rescatar de la gestión privada los servicios. No obstante, la prudencia se impuso a los ideales en la mayoría de casos y el gobierno alcireño es el único que sigue con paso firme estas políticas. Eso sí, el proceso se encuentra impugnado por la delegación de Gobierno y a la espera de lo que dictamine el poder judicial.