Gran parte de los 363.000 euros que ha costado la nueva casa de Cáritas se han pagado gracias a las aportaciones de los feligreses. «Lanzamos la campaña 'Un café al día' para que los vecinos colaborar con un euro diario para la construcción de la nueva sede. Reunimos unos 135.000 ? que nos han venido muy bien para pagar las obras junto con el fondo parroquial. Ahora solo nos queda por pagar unos 50.000 euros», explica el sacerdote. Masià recuerda que el proyecto no siempre estuvo tan claro. «Tardamos 9 años a conseguir el permiso de obras. Al estar el terreno dentro de la Vila tuvimos que superar varios trámites», añade. De hecho, la casa parroquial se sitúa en la calle Antonio Dolz, detrás del ayuntamiento. El nuevo emplazamiento cuenta con un total de 535 m2 distribuidos en una planta baja y dos pisos de altura. «Queremos que se convierta en una casa abierta a todos los vecinos necesitados, sea cual sea su fe», concluye. v. tomàs alzira