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Tribunales

Un juzgado de Carlet se paraliza al caer agua a chorros por las goteras

Las lluvias dejan el inmueble encharcado y con el sistema eléctrico mojado - Decenas de expedientes y archivos quedan afectados El juez se ve obligado a traladar las vistas a otra sala

Un juzgado de Carlet se paraliza al caer agua a chorros por las goteras

El Juzgado número 4 de Carlet amaneció ayer anegado por las lluvias registradas durante la noche del lunes. Las goteras y los charcos hicieron mella en el edificio obligando a la decena de empleados de la institución a paralizar su trabajo durante buena parte de la mañana. Según explicó a este diario una de las funcionarias, «existía cierto miedo a encender los ordenadores» porque el cableado eéctrico distribuido por el suelo y el subsuelo había entrado en contacto con el agua que cubría toda la superficie de las dependencias.

«Al llegar al juzgado nos hemos encontrado con un gran charco, el agua caía a chorros por las goteras y cubría todo el edificio de punta a punta», relató una funcionaria del juzgado. Durante la madrugada del lunes al martes, el cielo dejó precipitaciones a lo largo y ancho de la comarca y, a pesar de estar a cubierto, también en el interior de estas dependencias judiciales. Ante tal incidencia, los trabajadores y los responsables sindicales optaron por paralizar su jornada habitual para secar la superficie del inmueble y evitar todo riesgo a los empleados y los visitantes. El juez titular pudo cumplir sus funciones al trasladar los juicios previstos a otra sala del edificio.

«Había muchísima agua en el suelo, los cables de los ordenadores estaban empapados y teníamos miedo de encenderlos por si ocurría algún tipo de accidente, así que pensamos que lo mejor era dejar que se secara todo el día y, ya mañana, probar a ponerlos en marcha, comprobar que funcionan, y continuar con nuestro trabajo», subrayó una de las empleadas del juzgado. En vez de sus tareas judiciales, los funcionarios de las dependencias carletinas destinaron una buena parte de la mañana a recoger el agua acumulada utilizando cubos para intentar que el juzgado volviera a su normalidad cuanto antes.

Como consecuencia de estos hechos, el agua que encharcó la segunda planta del edificio afectó a cajas que contenían expedientes en papel que se encontraban allí almacenadas. «Nunca nos había pasado nada así», sentencia una de las funcionarias.

Un edificio moderno

Lo cierto es que no es la primera vez que las goteras hacen acto de presencia en el Juzgado número 4 de Carlet. Según remarca el sindicato STAJ, «hace al menos un año que las instituciones están avisados de esta circunstancia, saben de los desperfectos del edificio». Esta situación se ha repetido de forma esporádica durante los dos últimos meses por el efecto de las precipitaciones registradas en dicho periodo de tiempo. Sin embargo, hasta ahora, las goteras no habían obligado a paralizar la actividad del juzgado.

La situación es «inexplicable» para los trabajadores y para el sindicato judicial. No en balde, el edificio es una construcción relativamente reciente, por lo que no es lógico observar estos problemas de filtraciones de agua y humedades cuando llegan las lluvias.

Los funcionarios de las dependencias afectadas recuerdan que el departamento de Justicia envió técnicos hace unas semanas al edificio para examinarlo y realizar el presupuesto de las reparaciones necesarias para solventar las goteras. «Tenían que venir la semana que viene, pero antes ha llegado la lluvia que hemos tenido el problema arreglado», lamentan.

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