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El Perelló se manifestará contra los badenes colocados cada 25 metros en la CV-500

El ayuntamiento alerta de los daños que provocan los desniveles en el transporte de cosechas El alcalde planea reunirse con Ximo Puig

Tramo de la carretera con un badén. vicent m. pastor

El Perelló se manifestará el próximo fin de semana para exigir que se retiren los badenes que se han situado en la CV-500, la carretera que une Valencia con prácticamente todas las entidades locales costeras de la comarca. Según el alcalde, Andrés Fernández, «estas bandas son un problema para nosotros y para todos los pueblos por los que circula esta carretera». Y subraya: «Los agricultores se pueden ver perjudicados por el impacto que provocan los desniveles cuando se transportan las cosechas».

La modificación del pavimento se produjo de manera repentina. «Un día, hace bastante poco, nos dimos cuenta de que en la carretera había una serie de operarios trabajando; empezaron a estrechar el ancho de la calzada, repintaron las líneas y nos pusieron los badenes cada veinticinco metros», destaca Fernández. También lamenta que nadie le avisara de que las obras se iban a llevar a cabo. «No me lo comunicaron ni a mí ni a ninguno de los pueblos por los que circula esta carretera, me atrevería a decir que lo hicieron casi que a traición», aseveró.

La decisión de instalar bandas reductoras de velocidad no ha sido bien recibida entre los usuarios de la vía que vertebra la costa valenciana. «La gente está muy caliente con esto», afirma el alcalde del Perelló. Fernández reprocha que el cambio en la calzada «afectará de manera negativa a los agricultores de la zona, por una parte porque circular por los badenes supone una complicación para los tractores pequeños, además de que no es saludable ya que padecen con cada salto. Y, por otro lado, estos mismos agricultores «pueden verse perjudicados porque los repetidos impactos provocan daños durante el transporte» de la cosechas. «No podemos que aquí se vive del tomate», precisa la primera autoridad local.

Pérdida de visitantes

El tráfico rodado también se verá afectado, según vaticina Fernández. «Un vehículo de gran tamaño o un coche normal quizás sufran menos al pasar por estos badenes, pero lo cierto es que supone un retraso a la hora de realizar cualquier trayecto; antes podías llegar a Valencia en veinte minutos y ahora tardas mucho más, eso puede suponer que la gente decida no circular por esta carretera ni visitar el pueblo, y para una entidad local como la nuestra, con su litoral, eso supondría también un duro golpe», afirma sin ocultar su disgusto.

Por esos motivos, las asociaciones vecinales y hosteleras, temerosas de las consecuencias, planean visibilizar su protesta a través de una manifestación. O más bien de dos. Según Fernández, «la idea es hacer dos movilizaciones, una convencional a pie y otra con los tractores, que vayan hasta Valencia y así dar un mayor realce a nuestro problema».

Antiguas reivindicaciones

El alcalde se entrevistó hace unos días con el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad Urbana, Carlos Domingo, «aunque no se sacó nada en claro». Fernández tiene ahora intención de solicitar una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para trasladarle personalmente sus inquietudes. «Tan sólo queremos que devuelvan a su estado original la carretera y que los vehículos circulen como antes», expone.

Con todo, el alcalde recuerda que este no es el único problema que ha padecido la entidad local en materia viaria: «Ya en su momento pedimos que la autopista del Saler llegara hasta Cullera, pero entonces no nos hicieron caso; también solicitamos que se hiciera un tercer carril reversible en la CV-500 para poder contar con mayor fluidez en una u otra dirección, dependiendo de la hora del día, y tampoco lo logramos; ahora modifican la carretera y es un cambio que nos perjudica. Esto no tiene sentido», sentencia.

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