El Área de Carreteras de la Diputación de Valencia planea dos intervenciones en Cullera y la Pobla Llarga para solventar algunos de sus problemas de seguridad vial y así eliminar varios puntos negros. Concretamente, el ente provincial destinará una inversión de 316.410,12 euros para realizar diversas actuaciones en tramos de la CV-502 y de la CV-545.

El programa planteado por Carreteras permitirá, por un lado, eliminar el punto negro de los Collaos, en Cullera, reordenando el tráfico en el antiguo tramo de la CV-502 con dos nuevas rotondas y creando un carril ciclopeatonal, lo que supondrá una inversión de 150.000 euros.

Por el otro, en La Pobla Llarga, se adecuará el firme y la señalización de la carretera de acceso a la CV-545 y se construirá una nueva rotonda, todo ello con un coste de 166.410,12 euros que serán aportados por la diputación.

El presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez, recalcó que trata de acciones que «sin la ayuda directa de la Diputación de Valencia, no podrían realizarse y sin embargo, resultan muy necesarias para dar respuesta a problemas de seguridad, de accesos o de transitabilidad». Problemas que, según explicó, se arrastran desde hace años hasta el punto que se han convertido en una reivindicación histórica de los municipios afectados.

Rodríguez señaló que las acciones de este plan de carreteras «marcan la impronta de la nueva Diputación» que, en materia de infraestructuras, pasan por «priorizar la solución de problemas en zonas conflictivas y mejorar la seguridad con actuaciones muy necesarias que aún estaban pendientes de una época en la que primaban los grandes proyectos».

De esta manera, el presidente valoró la estrategia de anteponer la seguridad vial y resolver los problemas cotidianos de los vecinos a las grandes obras que ralentizaban su ejecución y no llegaban a cubrir el territorio de la provincia. El titular de Carreteras, Pablo Seguí, por su parte, refrendó este giro en la política del área que dirige, basado en priorizar la seguridad y la accesibilidad, ya que «actuamos en toda la provincia con muchas actuaciones en lugar de obras faraónicas».

De hecho, el plan elaborado por el Área de Carreteras, que incluye un total de 18 actuaciones con una inversión total de 2,7 millones de euros, «es producto de la atención a más de un centenar de alcaldes en lo que va de legislatura, lo que nos ha dado un conocimiento de los municipios y sus necesidades en seguridad vial», manifestó Seguí.

En conjunto, la Diputación de Valencia ha destinado en 2016 más de 26 millones de euros a mejoras en la señalización, el mantenimiento y la eliminación de puntos negros en las carreteras valencianas, al objeto de dar una «respuesta inmediata» al incremento de accidentes en la red viaria provincial que reflejan los datos de la DGT. Según el organismo estatal, en 2015 se produjeron 348 accidentes en los 1.800 kilómetros de carreteras que gestiona la Diputación de Valencia.