La campaña de los cítricos atraviwesa uno de sus momento más arriesgados. Tras un inicio para olvidar con precios demasiado bajos, un exceso de producción y una gran cantidad de fruta que ni siquiera se ha recogido del árbol, las precipitaciones continuadas de los últimos días añaden un nuevo problema para el sector en la comarca: el «pixat». Expertos y sindicatos del campo afirman que las clementinas se verán «muy afectadas, con daños considerables». La situación, no obstante, podría empeorar si se cumplen las previsiones meteorológicas que auguran más lluvias de cara a la próxima semana.
Un periodo prolongado de precipitaciones, seguido de unos días de calma se traduce, casi de manera inequívoca, en inconvenientes para algunas variedades de cítricos. El «pixat» empieza a hacer acto de presencia en las clementinas y causará estragos en el sector, en zonas como Alzira o Carcaixent, aunque es extendible a otros puntos de la comarca donde las lluvias no han cesado durante toda la semana: «Aunque todavía es pronto, ya comienza a verse, cuando a los días de llovida les siguen un par de jornadas con tiempo más estable y sol es inevitable que esto suceda, ahora se dan los primeros indicios pero habrán serios problemas», afirma José Carlos Martínez, de la Unió.
Una tesis parecida defiende Bernardo Ferrer, de AVA, al señalar que las clementinas «padecerán durante los próximos días los efectos adversos de las lluvias; teniendo en cuenta el 20 % de aumento de producción, todavía quedaba mucha fruta por recoger y una parte importante se verá afectada».
La situación se produce en un momento delicado de la campaña, justo cuando estaba prevista una cierta remontada que mejorara los resultados: «Ahora los mercados durarán, empezaba la campaña de navidad y de exportaciones a otros países de Europa, pero muchos compradores se esperarán a que la fruta caiga del árbol y en todo caso se recolectará la que quede sana, así se evitarán que luego les aparezcan podridas», relata Ferrer. No obstante, también sañala que aquellos campos que hayan sido tratados más exhaustivamente correrán menos riesgo.
Con todo, el propio Ferrer resalta que serán necesarias ayudas económicas y pagos de aseguradoras para poder hacer frente tanto a los jornales de todos los recolectores que no han podido trabajar estos días así como para cubrir una parte de los gastos de la misma producción.
Incluso con esa vertiente negativa, se sigue haciendo hincapié en el lado bueno del temporal: «El agua siempre es bien recibida en nuestras tierras, nunca llueve a gusto de todos, pero necesitábamos que lloviera. Lo ha hecho en diferentes días por lo que eso ayuda a que la tierra retenga el agua, y así las variedades tardías se ven beneficiadas», sentencia Ferrer.
