Todas las administraciones y sectores sociales parecen tener algo que decir sobre la reversión al sector público de la gestión del Hospital de la Ribera situado en Alzira. El último en pronunciarse ha sido el Ayuntamiento de l'Alcúdia, que defendió ayer una gestión pública para el centro sanitario que concentra muchas de las necesidades de la comarca. El consistorio de Andreu Salom aprobó en su último pleno con el voto favorable de Compromís y el PSPV y la abstención del PP la moción que explica que el Departamento de Salud de La Ribera lleva desde 1999 sufriendo la privatización de un servicio tan básico como la salud y que la gestión directa tiene como único objetivo prestar una asistencia sanitaria de calidad, mientras que Ribera Salud, «como empresa privada que es, tiene como objetivo el beneficio económico».

L'Alcúdia acordó apoyar todas las gestiones de la Generalitat Valenciana para finalizar el contrato de la gestión privada. «Hace falta que la Conselleria de Sanidad gestione directamente la sanidad de la Ribera para que valore realmente la falta de camas hospitalarias, las altas incentivadas, el tiempo de espera quirúrgico y de consulta existentes, la falta de personal y la reducción de las sustituciones, que repercute en la calidad asistencial», dice la moción, que exige a la conselleria que haga cumplir escrupulosamente el pliego de condiciones para que Ribera Salud ejecute todas las infraestructuras pendientes y que mantengan las actuales en perfecto estado de funcionamiento. También pide que se deje de «sembrar el miedo y la preocupación entre la población y los trabajadores».