La Guardia Civil investiga a 23 personas -dieciséis varones y siete mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 58 años- por su presunta relación con el robo de 30.000 kilos de algarrobas en la comarca de la Ribera Alta, según informaó ayer la Benemérita en un comunicado.
En el marco de los servicios establecidos de forma permanente por la Guardia Civil de Valencia para evitar el robo y comercialización ilegal de productos del campo en explotaciones agrícolas y ganaderas, el instituto armado procedió a la investigación de 23 personas, de nacionalidad española y rumana, como presuntos autores de delitos de hurto, falsedad documental y apropiación indebida.
En esta actuación, realizada por el Equipo Roca de la Guardia Civil de Sueca, se tuvo conocimiento de que desde el inicio de la campaña de recogida de algarrobas, por toda la comarca de la Ribera Alta, se había detectado la presencia de gente que se dedicaba a recoger esta legumbre de los campos sin la debida autorización de los propietarios de las parcelas.
Por ello y fruto de las pesquisas realizadas tras varias denuncias formuladas por los gerentes de las empresas de compra y venta de esta legumbre, agentes de la Guardia Civil iniciaron la denominada operación «Avefénix» con el fin de controlar la mercancía de algarrobas que se descarga diariamente en diferentes almacenes, y se procedió a realizar un control exhaustivo de los documentos data.
La fase de la explotación de la operación «Avefenix» tuvo lugar el pasado 28 de noviembre y en la misma hay un total de 23 investigados por los delitos de apropiación indebida, hurto y falsedad documental. El total de la algarroba relacionada con los hechos delictivos asciende a la cantidad de 30.000 kilos, siendo su valor en el mercado de 6.000 euros, según los datos facilitados ayer por la Comandancia de la Guardia Civil.
Las diligencias instruidas han sido entregadas a los juzgado de primera instancia e instrucción de Picassent y Alzira.
Los Equipos Roca de la Guarcia Civil están especializados en la lucha contra los robos en el campo, una lacra que en los últimos años no sólo ha provocado importantes pérdidas económicas sino que también ha minado la moral de los agricultores que se sentían indefensos.
