El área sanitaria de La Ribera, que tenía líneas de investigación consolidadas como las dedicadas al carcinoma pulmonar, la salud mental, el uso racional del medicamento o la fragilidad y el envejecimiento, entre otras, ha abierto nuevos campos de exploración. La doctora Graciela Pi ha estudiado nuevas herramientas de diagnóstico molecular, como la llamada «microarray», que permiten identificar alteraciones genéticas en fetos con defectos congénitos. Hasta el momento, el 50% de los defectos congénitos se atribuían a causas desconocidas, «aunque ello no significa que esas causas no existan», destaca la especialista.

Con la aplicación de estas herramientas se aumenta «entre un 10% y un 20% el conocimiento de las alteraciones genéticas que han producido el aborto del feto, lo que, en un futuro, ayudará a mejorar el asesoramiento reproductivo a las familias», precisa Pi.

Por su parte, los doctores José Marcelo Galbis y Arantxa Lafuente han estudiado la relación entre la metástasis a nivel molecular en el cáncer de pulmón y la metástasis diagnosticada a través del análisis patológico. El objetivo «es obtener información que permitan anticipar la evolución del tumor y su pronóstico».

Profesionales de la comarca también han elaborado cinco tesis doctorales sobre la relación entre pacientes hiperfrecuentadores en Atención Primaria y la salud mental; la incidencia de las enfermedades transmitidas entre animales-seres humanos; la relación del consumo de antibióticos y las resistencias bacterianas; la colaboración entre Atención Primaria y Salud Mental, y el perfil proteonómico del líquido pleural en pacientes con derrame pleural maligno y tuberculoso.