La calma que sucede al temporal no es completa. Una vez desagüa el importante volumen de agua acumulado durante el largo episodio de lluvias, cabe efectuar limpieza para que todas las infraestructuras vuelvan a su estado original y conformar un parte de daños. De momento, toda la suciedad que se acumulaba en los cauces de los ríos y barrancos, ha acabado depositándose en las playas tanto del litoral cullerense como suecano. Y cuando el dinero escasea en las arcas municipales, cabe buscar aliados. En esas están ambos ayuntamientos.

El ejecutivo de Cullera acordó ayer solicitar al Gobierno de España que apruebe en el Consejo de Ministros del viernes un paquete de ayudas especiales para las zonas afectadas por el temporal de los últimos días. El consistorio pide que «tome ejemplo del Consell» y destine recursos a las localidades que han sufrido los efectos de las fuertes lluvias, el temporal de viento, la crecida de los ríos y, en el caso concreto de las localidades costeras, del temporal marítimo». Tras las primeras evaluaciones de los daños realizadas ayer por los técnicos municipales y la Policía Local, el alcalde, Jordi Mayor, considera ineludible que el Gobierno ayude a Cullera en la limpieza y regeneración de sus playas.

Las cañas han cubierto buena parte de las playas del municipio. Especialmente afectada se encuentra la playa del Marenyet, al sur de la desembocadura del río Xúquer, donde la arena está totalmente cubierta por la acumulación de cañas. El Brosquil y l'Estany también están gravemente dañadas. Junto a las cañas se amontonan animales muertos y todo tipo de envases y deshechos que suponen un riesgo sanitario si no se retiran con celeridad, advierten desde el consistorio. Además, ha habido roturas en cordones dunares y arrastres de arena incluso hasta zonas urbanas.

«Es una catástrofe. Toda la suciedad que llevaba el río se ha acumulado en nuestra costa. Por ello, se hace imprescindible que el Gobierno de España se implique al máximo y acuda en ayuda de municipios como el nuestro», ha explicado Mayor, quien recuerda que además del valor medioambiental «las playas son nuestra principal infraestructura turística». Y subraya que son propiedad del Estado. El alcalde de Cullera estima que «al Gobierno de España se le debe exigir, como mínimo, la misma implicación que ha tomado el Consell».

Por su parte, la alcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit, anunció también ayer, tras las primeras evaluaciones de daños efectuadas a lo largo de la mañana, que el ayuntamiento de la capital de las Ribera Baixa solicitará las ayudas al gobierno valenciano destinadas a los afectados por el temporal y ha señalado igualmente que al tener inventariados todos los daños ocasionados se valorará también elevar la solicitud de ayudas y colaboración a otras administraciones supramunicipales, es decir a la Administración del Estado.

Algunas playas de Sueca despertaron ayer llenas de ramas y cañas arrastradas por la corriente de los ríos y barrancos hasta el mar. Los agentes tuvieron que atender a lo largo del día decenas de avisos por árboles caídos, desprendimientos de ramas, cornisas y de fachadas, desperfectos en cableado y farolas, atascos de alcantarillados y otros incidentes.