El Cant de la Sibil·la es un drama litúrgico de melodía gregoriana que tuvo difusión durante la Edad Media y que se interpreta de forma tradicional en la Misa de Gallo en las iglesias de Mallorca y en la catedral de Alguer, ciudad de Cerdeña. Son los dos únicos lugares en los que el canto constituye una tradición, habiendo quedando incluso inmune de la prohibición del Concilio de Trento. En 2010 fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.