El Sindicato Central de Riegos de Forata ha decidido impugnar la liquidación del canon de regulación que le ha pasado al cobro la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) al considerar que debido a la falta de agua, con un embalse por debajo del hectómetro cúbico durante gran parte del año, no ha habido ningún trabajo de regulación. Las catorce comunidades de regantes integradas en el sindicato se han encontrado con una liquidación que suma 90.000 euros cuando, según explica el presidente, Paco Pardo, estaban esperando una respuesta del ministerio a la petición para que se anulara.
«No es que no queramos pagarlo, es que no podemos», incidió Pardo, mientras señalaba que la falta de agua en Forata ha costado ya a los regantes 270.000 euros, de los que 240.000 corresponden a la extracción de agua de los tres pozos de sequía construidos en la cabeza del embalse para casos de necesidad -«que además han costado 1,2 millones que tenemos que que pagar nosotros», incidió- y los otros 30.000 al agua para el riego captada desde el Canal Xúquer-Turia.
Paco Pardo señaló que la junta general acordó impugnar esta liquidación y agotar todas las vías posibles para no tener que hacer frente a este elevado pago «porque Forata no ha estado regulando agua y por eso habíamos pedido la exención». «Los regantes han estado pagando todo el verano y han regado tarde y mal», comentó.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar indicaron ayer que el canon de regulación es un tributo «cuya exención solo puede regularse por una norma con rango de ley» y que mientras esa norma no exista la obligación del organismo de cuenca es pasarlo al cobro.
El agua de Forata riega a través del Magro unas 14.000 hanegadas de cultivo de los términos municipales de Macastre, Turís, Montserrat, Real, Montroi, Alfarp, Catadau y Llombai, una zona con un déficit hídrico muy importante en la que los agricultores han sufrido con dureza la falta de agua. De hecho, en la comarca de la Vall dels Alcalans se han desarrollado proyectos como el de la comunidad de regantes de la Serreta y l´Escala de Real que ha convertido antiguas canteras en depósitos para acumular agua en invierno para tratar de garantizar el riego en verano. Los regantes de Llombai, por su parte, han solicitado un cambio de concesión para poder coger el agua del Canal Xúquer-Turia, un caudal que de esta forma sí tendrían garantizado y de mayor calidad.
El Sindicato Central de Riegos convocó a todos los alcaldes de la zona a esta última junta general con el objetivo de que todos se unan para reclamar medidas que ofrezcan una solución a la falta de agua en la Vall dels Alcalans y el Marquesat y en la que se decidió no abonar de momento las liquidaciones mientras se agotan otras vías a través de los posibles recursos que se puedan interponer. Paco Pardo relató que el sindicato ya había solicitado al Ministerio de Medio Ambiente, a través de la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, que le eximiera del pago de este canon y que, según tenía entendido, incluso había un informe favorable de la propia CHJ a esta petición.
La sorpresa de los regantes se ha producido cuando, sin haber obtenido respuesta a la anterior solicitud, ha comprobado como la Confederación Hidrográfica le giraba este canon correspondiente al presente ejercicio «por vía de apremio ya que no habíamos puesto un aval». «Pero cómo tenemos que poner una aval si no tenemos dinero», indicó Pardo, mientras señalaba que el pago de esta elevada suma se debería congelar o aplazar en el tiempo ya que el sindicato no puede asumirla.
