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Cullera planta cara al plan del Consell que dificulta el desarrollo del Manhattan

Diecesiete de los veintiún concejales del ayuntamiento consideran que el Pativel «bloquea el crecimiento» de la ciudad - Compromís se desmarca de sus socios del PSOE para defender «la protección del litoral frente a la especulación urbanística»

Al Ayuntamiento de Cullera no le gustan los planes del Consell para obstaculizar el desarrollo del denominado Manhattan de Cullera, un macroproyecto urbanístico, concebido en los años de opulencia que desencadenaron la burbuja inmobiliaria, que pretende cambiar el modelo turístico local. La mayoría de los grupos políticos locales han aprobado alegaciones contra el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral de la Comunitat Valenciana (Pativel). Además, la votación rompió el equipo de gobierno, formado por los socialistas, que ostentan la alcaldía, y Compromís. En contra del Pativel se posicionaron en el pleno municipal celebrado el jueves diecisiete concejales. Los votos procedían del PSPV-PSOE, el PP, Gent per Cullera (GxC) y Ciudadanos mientras que los tres ediles de Compromís optaron por abstenerse.

El concejal de Urbanismo, Juan Vicente Armengot, defendió que el plan es «perjudicial para los intereses de Cullera». El Grupo Municipal Socialista, enfatizó que el Pativel representa «un bloqueo a Cullera al frenar su crecimiento» puesto que da un plazo de cinco años para la ejecución del Manhattan con el condicionante de que, si la zona no se desarrolla en ese período de tiempo, pasaría a ser recalificada como suelo no urbanizable de protección litoral.

Armengot esgrimió que, aunque los socialistas de Cullera no están de acuerdo con el actual modelo del Manhattan „aprobado por el anterior gobierno del PP„, consideran que esa zona, situada junto a la desembocadura del Xúquer, «es el crecimiento natural de Cullera y su consideración como zona no urbanizable limitaría el desarrollo urbanístico del municipio en las próximas décadas». El edil recordó que esta zona es urbanizable desde 1965 y su emplazamiento estratégico es «clave para cerrar un ensanche natural de la población y una oportunidad para dinamizar la oferta turística».

El concejal de Urbanismo también advirtió de las consecuencias financieras que puede acarrear el Pativel al abrir la vía a la presentación de un aluvión de demandas de los dueños de los terrenos del Manhattan contra el consistorio si se anula el modelo urbanístico aprobado, ya que el plan previsto por el Consell carece de una memoria económica y una dotación presupuestaria que afronten los costes de sus propias decisiones. También describió una serie de «anomalías» en la redacción del plan porque, por ejemplo, excluye zonas consolidadas como el Bulevar del Xúquer del suelo urbano.

Las alegaciones también hacen referencia a la catalogación -«sorprendente», según Armengot- que se hace las playas del municipio, ya que incluye la franja litoral ya urbanizada, desde el hotel Sicania hasta las torres Espacio, como playa de tramo urbano con restricciones. Cullera entiende que la previsión de dos plantas como máximo para uso hotelero en la franja de 500 a 1.000 metros de la costa es «insuficiente» así cómo el aprovechamiento de sólo el 2 % de la parcela.

El Pativel también afecta a otros planes urbanísticos como el SUP PRR8, PRR9, PRR 10 y PRR 11 (Brosquil). Al respecto, las alegaciones señalan que el planeamiento ya se habría desarrollado de no ser por un conflicto con el Gobierno de España en 2010 por el deslinde, lo que llevó a un proceso judicial a varios propietarios que frenó el desarrollo inmediato de la urbanización al quedar bloqueados estos planes.

Desde la oposición, tanto Ciudadanos, como el PP y Gent per Cullera mostraron su preocupación por la puesta en marcha del Pativel, ya que eso significaría «un estrangulamiento al crecimiento de la ciudad, tanto social, como turística como económicamente». Manuel López, portavoz del PP llegó a afirmar que un plan en estas condiciones podría defenestrar el futuro de la ciudad.

Por su parte, Compromís argumentó que la mejor forma de defender los intereses de Cullera es proteger el litoral de la especulación urbanística y del modelo de urbanístico del PP, «que nos han abocado a las tasas mas elevadas de paro que ha tenido nunca Cullera, a tener un sector agrario desmantelado, falta de plazas hoteleras, carencia de espacios verdes y a un turismo de sol y playa».

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