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Madurez que vale su peso en oro

El karateka de Alberic Loren Torres Bru consigue a sus 35 años un campeonato del mundo y el máximo reconocimiento de sus conciudadanos

Madurez que vale su peso en oro

La historia del deporte está repleta de páginas de logros precoces. En los últimos tiempos dominan los Marc Márquez, Carolina Marín y otros tantos que alcanzan altas cimas antes de la veintena de edad. Pero en el polo opuesto también hay un nutrido grupo de deportistas capaces de conseguir sus mejores resultados haciendo valer su veteranía. Uno de estos casos es el del karateca de Alberic, Loren Torres Bru, que a sus 35 años ha visto cómo su carrera se catapultaba hacia lo más alto, logrando el pasado año el campeonato del mundo y este mismo 2016 el reconocimiento de su localidad natal con un premio otorgado el 9 de octubre.

Su trayectoria está al alcance de muy pocos, dada su participación en varios campeonatos tanto de España, Europa y del Mundo, destacando el subcampeonato mundial que logró en septiembre de 1998 en la modalidad de Katas Junior (en el campeonato celebrado en la ciudad de Locarno, en Suiza), las medallas de plata y de bronce por equipos e individual conseguidas en la modalidad de kata en el Europeo de Manchester 2012, así como el tricampeonato de España por equipos, conseguido en los campeonatos celebrados en los años 2012, 2013 y 2014.

Un palmarés de esta categoría resulta envidiable para una gran parte de los deportistas, tanto amateurs como profesionales. Pero su trabajo, su esfuerzo y su empeño le llevaron a ampliarlo el pasado año con la consecución del campeonato del mundo en la Karate World Cup Wuko&AD, en la categoría senior.

Precisamente, esa hazaña le valió que este mismo año el Ayuntamiento de Alberic reconociera su trayectoria deportiva otorgándole la máxima distinción el 9 de octubre, con motivo de la festividad de todos los valencianos.

Los inicios de Loren Torres estuvieron en su localidad natal, en el ya desaparecido y conocido por muchos vecinos como el Gimnasio de Jesús. Allí empezó a entrenar en la especialidad de shotokan para unos años más tarde, continuar sus entrenamientos en Valencia, en el Club Deportivo Duato del Sensei Ángel M. Duato, éste también natural de Alberic y donde, de la mano de este nuevo entrenador, se especializó definitivamente al kyokushinkai.

Muy pronto se estableció una relación muy especial entre maestro y alumno, creándose un vínculo que le ayudaría a crecer tanto a nivel personal como deportivo. Junto a Duato y sus compañeros, Torres logró mejorar como karateka y convertir, de este modo, este lustro en uno inolvidable y plagado de éxitos individuales.

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