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El Perelló, Cullera y el Mareny se aseguran la pesca de la angula los próximos 5 años

El Consell prolonga la licencia para capturar estas especies acuáticas a las cofradías de las tres localidades Los pescadores podrán faenar en las golas de la comarca y en el río Vaca, en Xeraco

Los pescadores del Perelló, el Mareny de Barraquetes y Cullera podrán seguir pescando angula en las aguas públicas, según lo ha determinado la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. El ente público ha adjudicado las licencias que permitirá a las cofradías ribereñas faenar con la captura de estos ejemplares al menos durante los cinco próximos años, unos permisos que son intransferibles.

En concreto, el Consell autoriza a pescar angula a la asociación anguilera del Perelló en la gola perellonera, situada entre Valencia y Sueca, mientras que la sociedad angulera del Mareny de Barraquetes, Sueca y Cullera podrá hacerlo en la Gola del Rey, la Gola de Sant Llorenç y en el río Vaca, en Xeraco. Además, también consiguen la licencia para los próximos cinco año los pescadores del Perellonet, Oliva y Pego. Estos últimos, además, también podrán pescar anguila, pues la Conselleria también ha otorgado las autorizaciones para poder pescar estos ejemplares.

Trabajo nocturno

Los angulas se pescan por la noche en las zonas de confluencia del agua salada del mar con la dulce, por eso las golas son emplazamientos ideales para proceder a capturar estos ejemplares. Su temporada de la pesca comienza el 1 de diciembre y prosigue hasta el 31 de marzo del año siguiente, mientras que la de la anguila empieza el 1 de octubre y termina el 1 de abril.

Pese a que la Generalitat no cataloga la angula como una especie en peligro de extinción, sí que adopta medidas para preservarlas, ya que según el Consejo Internacional para la población del Mar (CEIM), «la población está fuera de los límites biológicos de seguridad y la pesca no se ejerce de forma sostenible». Además, también existen otros factores que provocan la escasez de angulas en las aguas del Mediterráneo, como por ejemplo la presencia de embarcaciones en el puerto deportivo o la prohibición de quemar la paja del arroz que disminuye la calidad de las aguas, según indican algunos pescadores.

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