Cinco personas heridas, cuatro de ellas por inhalación de humo, y una finca de seis alturas desalojada -si bien los residentes en las plantas superiores tuvieron que refugiarse en las azoteas-, es el balance del incendio declarado en la madrugada de ayer en un bloque de viviendas de la calle Polinyà de Alzira. La única ocupante del piso, de 56 años, se refugió en la terraza y fue rescatada por agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía a través de la vivienda contigua, tras romper con un extintor la mampara de separación.

Los agentes bajaron en brazos a la mujer semiinconsciente, según la Jefatura Superior de Policía, fue asistida por los servicios sanitarios en la calle y trasladada al Hospital de la Ribera. Otra chica de 23 años y un agente de la Policía Local también fueron evacuados al mismo centro sanitario al presentar síntomas de intoxicación, mientras que un vecino que ayudó a las fuerzas de seguridad en el primer intento de rescate derribando de una patada la puerta de la vivienda fue atendido «in situ» por personal médico de un SVB, aunque no tuvo que ser hospitalizado. Una quinta persona, al parecer también un policía, sufrió una herida abierta en la mano.

El incendio se declaró sobre las cinco de la madrugada de ayer en un segundo piso de este inmueble de la calle Polinyà, que cuenta con 18 viviendas distribuidas en seis plantas. Fuentes del Consorcio de Bomberos señalaron que el fuego se inició en una habitación llena de ropa y rápidamente se propagó por la vivienda y el toldo de la terraza, que recae en la calle Cullera.

«Todo ha sido muy rápido», relató todavía algo aturdido Antonio Martínez, que vive justo arriba del piso siniestrado, mientras explicaba que se despertó al escuchar unos ruidos que aparentemente procedían del toldo y al abrir la puerta del balcón sintió como un golpe: «Se me ha venido encima como un muro de humo y mucha calor, pensaba que tenía el fuego en mi balcón y he salido llamando a los vecinos», comentó, mientras apuntaba que en su casa el humo entraba también por el cuadro de luz «como si tuviera el fuego allí». Mientras bajaba por la escalera dando la voz de alarma detectó que el humo procedía del segundo piso y se topó con un policía que subía a esta segunda planta con un extintor. Fue este vecino quien abrió la puerta de una patada. «Nos hemos tirado al suelo con dos extintores», relató. La casa estaba en llamas y nadie salió. Fuentes policiales detallaron que en un primer intento de rescate se intentó acceder a la vivienda reptando, pero pronto el agente desistió al ver que no podían continuar.

Se dio la orden de desalojo. «He cogido las llaves, el teléfono y el batín y me he bajado a la calle», comentó Carmen Cortés, vecina del tercero que también se había despertado por un ruido que no lograba identificar. Otra vecina del segundo relató que se despertó con un fuerte estruendo y pensó al escuchar unos gritos que había una discusión en la escalera, aunque al asomarse por la mirilla no vio nada. Todo era oscuridad. Humo negro. Cuando abrió vio «un chorro de humo negro» que salía por la puerta de una vivienda. Los vecinos de esta planta salieron de sus casas agachados tratando de esquivar el humo y bajaron a la calle.

En los pisos superiores también se vivieron momentos de tensión. Buscaron refugiarse en las azoteas. En algún caso sin siquiera coger un batín. En el caso de Françoise y su familia, vieron la escalera despejada y llegaron a cambiarse de ropa. Al salir, ya no se veía nada. «Mi hija me ha dicho que se estaba mareando, y cogiéndome de la barandilla he vuelto y la he cogido de la manga para llevarla hacia arriba», comentó.