Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sellent causa la salinidad del Xúquer

La CHJ responsabiliza al afluente de aportar una mayor cantidad de sales al cauce tras las recientes lluvias y el consiguiente aumento del caudal - El riego se mantendrá suspendido en Sueca y Cullera hasta que el nivel de conductividad se reduzca

El Sellent causa la salinidad del Xúquer

Por segundo día consecutivo, los regantes de Cullera y Sueca continuaron ayer sin poder utilizar el agua del Xúquer debido a su alto contenido en sales. El exceso de salinidad obligó el miércoles a cortar el suministro de manera precipitada tras realizar los pertinentes análisis. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha desplazado a técnicos a diferentes tramos del cauce para conocer de primera mano a qué se debía ese pico de 3,4 milisiemens de conductividad. El objetivo era detectar el origen de la alta concentración y, tras la exploración, los expertos han concluido que el Sellent es la causa del problema.

Tras minuciosos análisis en diferentes puntos del Xúquer, los técnicos del Área de Calidad de las Aguas certificaron que el afluente ha motivado el exceso de sal. Según explicó ayer la CHJ, «se trata de una casuística con un origen puramente natural». Curiosamente, esta hipótesis era una de las que barajaban los regantes desde un principio, ya que son conocedores de los aportes de salinidad que realiza el Sellent. Aunque también apuntaban a un posible vertido ilegal en el río durante los días de lluvias, esta conjetura quedó ayer descartada por la confederación.

El temporal tiene buena parte de la responsabilidad de que el Sellent haya aportado más sales que de costumbre al Xúquer y haya provocado el corte de suministro a los regantes. Según constató la CHJ, las constantes precipitaciones provocaron que el afluente aumentara su caudal de forma considerable (sin ir más lejos, este diario ya contó que llegó a llevar más agua que el Xúquer durante la crecida que puso en alerta a Cotes y Càrcer). De igual modo, el organismo de cuenca sostiene que las lluvias han movilizado más sales que de costumbre debido a los yesos disueltos.

Los técnicos continuaron durante el día de ayer en el Xúquer para mantener un control exhaustivo sobre el río y realizar un seguimiento de la salinidad. Aunque el Sequier Major de Cullera explicó que en la mañana de ayer ya se apreciaba una ligera reducción de la salinidad en el azud de la Marquesa,ésta todavía no era suficiente para que el agua estuviera en condiciones óptimas para autorizar el riego, por lo que el cierre de las acequias se prolongó un día más. Con todo, se mostró positivo de cara al desenlace del problema y aventuró que se esperaba recuperar la normalidad en los primeros días de la próxima semana y «que la gente pueda volver a regar a partir del lunes». Por su parte, la CHJ no se aventuró a poner una fecha para que revierta la situación y se reduzca el nivel de salinidad del río.

Una repoblación condicionada

Las circunstancias propias del Sellent han generado inconvenientes en el pasado. Este afluente del Xúquer difiere de la norma habitual de los ríos. Todo el mundo cree que llevan agua dulce. Lo cierto es que en su curso bajo, desde Estubeny hasta su desembocadura, la elevada salinidad es una de sus características. Su paso por zonas de diapiros salinos, un sustrato de alta concentración de sal, provoca este proceso natural de salinización de las aguas.

Esta característica ya de por sí habitual en el Sellent se ha visto multiplicada a raíz de las últimas lluvias. Aproximadamente, se estima que el agua del grifo se encuentra alrededor de un milisiemens, una cantidad que el Sellent cuadriplica de manera habitual. Aunque antes de causar problemas a los agricultores de la Ribera Baixa, ya generó ciertas dificultades durante las labores de repoblación que se llevaron a cabo hace varios meses en su cauce, a la altura de Càrcer. La ya de por sí elevada salinidad del afluente obligó a que se realizara de manera especial, introduciendo especies vegetales que soportasen el salino ecosistema.

De este modo, tras retirar los ejemplares de caña invasora del cauce, se optó por introducir en primera instancia plantas como adelfas, juncos y taray, ya que éstas están capacitadas para sobrevivir en unas aguas más saladas.

Compartir el artículo

stats