Fallece un símbolo artístico de la Ribera. La bandera de la ciudad ondea a media asta en el balcón del Ayuntamiento de Sueca por la muerte de Conrado Meseguer. El artista, hijo predilecto de la localidad y uno de los pintores locales más reconocidos en los últimos tiempos, falleció en la pasada madrugada del viernes tras una larga enfermedad. El acto de despedida lo celebrará la familia en la intimidad por expresa voluntad del propio artista.

El Ayuntamiento de Sueca lo nombró, el 12 de septiembre de 2013, hijo predilecto del municipio en reconocimiento de su trayectoria profesional, artística y personal. Meseguer fue un pintor que siempre recalcó su amor y pasión por su tierra. El consistorio, reconoció su figura como un hombre comprometido, de fuertes valores sociales, enamorado de sus raíces y las tradiciones de su pueblo. El artista local fue durante 25 años director de la Escuela de Arte Escultor Beltrán de Sueca y profesor de la misma durante 50 años, aunque sin dejar de lado su vertiente más humana y solidaria con la creación de la Fundación Salvador Tatay Meseguer, con el nombre de su nieto, que tiene por objeto la asistencia social para la rehabilitación y recuperación de personas con discapacidad física o psíquica. Su museo, que también lleva el nombre de su primer cuadro, está destinado entre otros asuntos a la ayuda de estas personas.

Reconocido en vida

Conrado Meseguer nació en Sueca en 1946, sus primeros estudios los realizó en la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Sueca, precedente de la Escuela de Arte Escultor Beltrán y posteriormente recibió una ayuda por parte del consistorio para que continuara su formación en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia hasta 1969. El artista trabajó con su padre en el campo, donde descubrió las labores cotidianas de los hombres de su tierra, que inspiraron su primera pintura. Su primera obra, pintada en 1961, se encuentra en la ermita de los Santos Abdón y Senén, en la Muntanyeta dels Sants.

Entre otros muchos méritos, en 1969 recibió el máximo reconocimiento académico, el Premi Roig de pintura y fue a partir de ese momento cuando su vida estuvo dedicada plenamente al arte. También ese mismo año recibió el premio del Ministerio de Información y Turismo. Durante los años 1972 y 1975 fue profesor de Dibujo, Composición y Creatividad en el colegio Claret de Valencia.

En 1978 su obra fue reconocida como de interés nacional y fue incluida en el Anuario del Arte Español. Ese año su obra representó a España en la Unión Soviética y en 1993 a la Comunitat Valenciana en Japón. En 1985, Meseguer editó el libro «Als que sentiren la terra». Es autor de diferentes carteles, retratos y también ilustró ediciones de importantes novelas de Blasco Ibáñez .