La quema de dos nuevos contenedores de basura de madrugada, uno en la plaza de la Generalitat y otro en la calle Arzobispo Vich; la rotura de los retrovisores de más de una veintena de turismos que se encontraban estacionados en la calle Rutglo y el derribo de un poste informativo de la línea de autobús en la parada de la calle la Unión conforman el balance de las acciones vandálicas registradas el pasado fin de semana en Alzira. Se trata de un punto y seguido a una sucesión de cinco incendios en apenas quince días, los dos últimos en la madrugada del viernes en las terrazas de sendos bares, como ya informó Levante-EMV. Con anterioridad, a mediados de octubre, el fuego provocado por otra acción vandálica destruyó cuatro contenedores en la calle Francisco Bono y causó daños en las ventanas de una finca y en un turismo.

Si Alzira se despertó el viernes con la quema del mobiliario de la terraza de un bar en la plaza Mayor -que afectó a una fachada protegida- y el incendio sofocado en la carpa de una cafetería, en la calle Doctor Llansol, vecinos de la calle Rutglo se encontraron el sábado por la mañana con la acera de la calle repleta de retrovisores rotos. «Había más de veinte coches seguro y a alguno le habían roto los dos espejos», relató una vecina que presenció la imagen a primera de la mañana, mientras comentaba que se trata de una calle poco iluminado a la que los residentes recurren para estacionar cuando no encuentran sitio en el entorno.

La noche del sábado se convirtió en la tercera consecutiva en la que se registraron acciones vandálicas en el casco urbano de Alzira, en este caso con la quema de dos contenedores, el primero en la Plaça de la Generalitat y posteriormente otro en la calle Arzobispo Vich. El fuego en este segundo basurero provocó desperfectos en dos vehículos estacionados en la calle, en la fachada de una finca y en otros de contenedores, según relató el concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual, que pidió la colaboración ciudadana para tratar de erradicar el vandalismo «porque Alzira no puede ser conocida por este tipo actos». Cabe recordar que la noche de Reyes ya ardieron otros dos contenedores junto al colegio García Lorca y que a mediados de octubre otro incendio provocado destruía una isleta completa con cuatro basureros en la calle Francisco Bono, junto al instituto José María Parra.

Por otra parte, a finales de diciembre ardía el hangar del club de piraguas y unos días después, también de madrugada, un camión frigorífico que se encontraba estacionado en Tulell.