Los usuarios de la oficina de Tráfico de Alzira tardan un mes en poder examinarse, según denunció ayer el sindicato CSI-F. La central sindical apuntó como motivo de esta elevada espera a que la plantilla de examinadores esta semana se ha reducido a dos, debido a la falta de sustitución de bajas y de traslados. Igualmente, manifestó que este problema también se reproduce en la atención para trámites, llegando la espera a una hora.

La Jefatura Provincial de Tráfico envió, el jueves de la pasada semana, a diez examinadores de Valencia para tratar de rebajar la lista de espera, según explicó el CSI-F. Al respecto, el sindicato explicó que dicha decisión «únicamente supone un parche, ya que detrae efectivos durante esa jornada a Valencia, donde también van saturados de trabajo los examinadores. Además, al desplazarse desde la capital autonómica a la de la Ribera Alta y retornar emplean un tiempo que a un examinador local le permitiría hacer como mínimo dos exámenes», afirmó el sindicato.

Asimismo, la central sindical recordó que la plantilla de la Oficina Local de Tráfico en Alzira ha perdido trece efectivos en los últimos años y que la situación ha empeorado con el paso del tiempo debido a la falta de sustituciones de bajas, «hasta el punto de que el número de examinadores se limita durante estas semanas en la práctica a dos», afirmaron fuentes del sindicato.

Esta carencia de plantilla ha provocado que el problema se extienda más allá de a aquellas personas que realizan sus exámenes y afecta también a los usuarios que acuden a la oficina a realizar trámites como matriculaciones, canjes de permisos o transferencia de vehículos. «Durante estos días nueve profesionales se ocupan de atenderlos, cuando en el año 2011 eran 20. Esta pérdida de plantilla provoca que los ciudadanos hayan de esperan un mínimo de una hora», explicó el sindicato.

Atendiendo al panorama, el CSI-F insistió en que la mencionada problemática afecta principalmente a los usuarios y solicitó a la Dirección General de Tráfico a subsanar esta situación «aumentando la dotación de una plantilla que ha pasado de 39 a 26 trabajadores en cinco años».

Para ello el sindicato también pidió el reemplazo de los empleados que se marchan por traslado y la cobertura de los puestos de aquellas personas que se encuentran de baja.