El temporal que azota los últimos días la Comunitat Valenciana obligó ayer a cortar carreteras de municipios de la comarca por la caída de numerosos árboles debido a las rachas de viento que superaron incluso los 90 kilómetros por hora. El incidente más aparatoso, no obstante, se produjo sobre la red ferroviaria en su paso por Cullera, donde la caída de un ciprés sobre la catenaria de la vía del tren paralizó el tráfico ferroviario entre el municipio ribereño y Tavernes de la Valldigna. Además, un nucleo activo cargado con pedrisco y numeroso aparato eléctrico sorprendió por la tarde al descargar granizo en numerosas poblaciones de la Ribera.

El fuerte viento registrado durante todo el día, que llegó a alcanzar picos de más de 91 kilómetros por hora en El Perelló, fue el principal causante de los numerosos incidentes contabilizados a lo largo de la jornada. Los bomberos, la Guardia Civil y la Policía local no pararon de recibir avisos del 112 por árboles caídos, antenas o vallas publicitarias arrancadas, e incluso algunas notificaciones advertían de calles inundadas. No obstante, el incidente más vistoso se produjo sobre la red ferroviaria en su paso por Cullera, donde un ciprés cayó sobre la catenaria de la vía del tren, lo que obligó a suspender el trayecto entre el municipio ribereño y Tavernes de la Valldigna. Los usuarios tuvieron que realizar el tramo entre las dos localidades en los autobuses que habilitó Renfe. Los propios técnicos de la red de ferrocarriles fueron los encargados de retirar el ciprés, que quedó suspendido sobre el entramado eléctrico, un trabajo que se complicó por momentos debido a la fuerte lluvia que caía. Alrededor de las 19 horas los operarios probaban el buen funcionamiento de la red, aunque los autobuses siguieron prestando servicio hasta la noche.

Además de este incidente, el viento también tumbó un gran árbol en la calle Ismael Merlo y algunas de las vallas que separan las vías del tren a su paso por el polideportivo municipal de la Partideta, invadiendo la carretera de acceso al recinto. También se tuvo que cortar al tráfico del tramo de la calle Ruzafa que comprende entre la calle Valencia y el cementerio por motivos de seguridad, pues el temporal había derribado unas planchas metálicas sobre la vía pública. También se acotaron los caminos del Marenyet y de l´Escollera por precaución ante la fuerza del mar, que no dejaba desaguar al río Xúquer.

En lo que refiere a Sueca, un árbol de grandes dimensiones se desplomó sobre la CV-505 muy cerca del puente de Riola, lo que obligó a cerrar momentáneamente la carretera y el puente hasta que los bomberos pudieron retirar el ejemplar. La circulación se restableció pasadas las 13 horas. Y en Carcaixent, por su parte, la caída de varios árboles provocó que también se prohibiera el tráfico en algunas calzadas en la Barsella y entre la urbanización Els Amics y La Font, en dirección al Hort de Soriano. También se cortaron algunos tramos por problemas de accesibilidad debido a las lluvias, y el viento se llevó por delante algunas antenas de inmuebles de la localidad. Por último, en la Pobla Llarga se cerraron los caminos del Arenal y del Raconet por acumulación de agua y en El Perelló el mar irrumpió con fuerza en el paseo marítimo y también se contabilizaron algunos daños en el mobiliario urbano y en los invernaderos de los campos de cultivo.

En lo que refiere a la descarga de granizo, el nucleo entró por Carcaixent y se dirigió hacia la Ribera Baixa, descargando en municipios como el carcagentino, Pobla Llarga, Alberic, Alzira, l´Alcúdia, Guadassuar, Algemesí, Sueca, Riola o Favara, según indicó el meteorólogo, Jovi Esteve.