El Orelac Racing VerdNatura ya tiene buena parte de la planificación de la temporada engarzada. Después de varios meses, la escudería afincada en Algemesí ha confirmado ya cuáles serán sus dos pilotos en el Campeonato del Mundo de Supersport que empezará el próximo mes en Australia. La excelente campaña completada el año pasado ha llevado al manager team, Giulio Bardi, a confirmar a los dos pilotos, el algemesinense Nacho Calero y el malayo Fahmi Khairuddin, que seguirán con las monturas de un equipo que ha conseguido convertirse en un referente del paddock a pesar de llevar sólo un año en la categoría.

Las dificultades para formar parte de otras escuderías del mundo por la falta de seriedad de muchas ellas llevaron a José Calero a formar su propio equipo, el único español en el Mundial. Contó con su hijo, Nacho, un piloto que a pesar de su juventud lleva ya muchos años en la élite, siempre con resultados muy fiables. De hecho, el año pasado sólo se tuvo que retirar en la última carrera, la de Qatar, justo en la que mejor resultado estaba obteniendo, con posibilidades serias de estar entre los cinco primeros.

La nueva escudería algemesinense contó con Giulio Bardi como manager y con Toni Alfosea como jefe de mecánicos. Ambos cuentan con larga experiencia en diferentes campeonatos del mundo de motociclismo y han ayudado sobremanera a convertir el Orelac Racing en un equipo fiable. Al acabar el año, con Khairuddin entre los once mejores en la clasificación general y con varias carreras entre los cinco primeros, al Orelac Racing le llovieron las ofertas de motociclistas interesados en montar una de sus motos. El cuadro técnico estuvo estudiando la posibilidad de ampliar a tres los pilotos pero finalmente se descartó la opción por la dificultad de ampliar la escudería. Se prefiere consolidar al equipo este año y centrarse en los dos pilotos para buscar los mejores resultados. Fahmi Khairuddin procede del Mundial, en el que compitió en la categoría de Moto3. Cuenta con el apoyo de todo un país, que desató la euforia cuando el año pasado rozó la victoria en su propio circuito, ante miles de personas.