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La campaña arrocera se cierra con una merma del 50 % por la anoxia

La cooperativa de Sueca produce 20,3 millones de kilos, entre 700 y 750 kilogramos por hanegada

La campaña arrocera se cierra con una merma del 50 % por la anoxia

En el mundo de la agricultura cuando una temporada es considerada como «normal» puede ser un dato muy positivo. Sobre todo si se parte de problemas a menudo estructurales que lastran a los labradores pero que no están imposibilitando, por ejemplo a los cosechadores de arroz, continuar con el negocio debido a los márgenes de beneficio. Otras cosa es qué hace posibles esos márgenes. El hecho es que la Cooperativa de Sueca (la más importante del territorio valenciano) ha cerrado la campaña con una producción de más de veinte millones de kilos de arroz, lo que equivale a una producción de entre 700 y 750 kilos por hanegada.

El punto de referencia se estableció hace tres años, cuando los labradores consiguieron que cada hanegada, a nivel genérico, produjese unos 850 kilos de arroz. Fue considerada una temporada histórica. Sin embargo, las dos últimas campañas han sido «normales». La culpable, según el presidente de la Cooperativa de Sueca, José Luis Mariner, ha sido la anoxia, la asfixia de la planta por falta de oxígeno ante la imposibilidad años atrás de quemar la paja del arroz. El máximo dirigente del ente arrocero expone que la merma en algunos campos de la zona más baja del término llega esta campaña al 50 %. Otros especialistas incluso han llegado a situar los efectos negativos de la anoxia sobre los campos de arroz en el 70 %, sobre todo en las zonas próximas a Sollana y l'Albufera de la parte de Valencia ciudad.

Diferentes estudios afirman que el máximo de materia orgánica que admite el terreno en el cultivo del arroz es de un 3%, mientras en la actualidad, según el investigador Rafael Viel, en todas las poblaciones que forman parte del Parque Natural de l'Albufera se superan los niveles del 7,5%, e incluso en algunos casos se llega a niveles del 9%. La tierra está saturada de materia orgánica que se apodera del oxígeno para reproducirse, eliminando la disponibilidad en el agua y ahogando la raiz de la planta del arroz.

«La temporada hubiese podido ser mucho mejor si no arrastrásemos las consecuencias de la anoxia, que en Sueca nos afecta a la zona baja del término. En la Ribera también se ve afectada Sollana», explica Mariner, quien constata que los técnicos de la conselleria confirmaron hace unos meses que los niveles de materia orgánica siguen siendo excesivos. Es por todo ello que la nueva estrategia del Consell que permite la quema controlada de la paja del arroz es analizada con enorme esperanza por los labradores, que creen que en las próximas campañas se podría reducir la anoxia que sufren sus campos y volver a niveles de producción superiores.

Los labradores de Sueca, de momento, ya han notado un descenso considerable de olores procedentes del agua y una inexistente mortandad de peces. «Es una muy buena señal», considera Mariner, quien cree, sin embargo, que las cosechas dependen mucho de las cambiantes condiciones climatológicas y que, por lo tanto, es pronto para aventurar resultados del año próximo.

Los 20.300.000 kilos de arroz que han producido en Sueca son prácticamente la mitad de lo que genera todo el territorio valenciano, que ha llegado a 44.000.000. Otras cooperativas importantes son las de Massanassa, Catarroja, El Palmar o Algemesí, mientras Albalat y Sollana comercializan prácticamente toda su producción a través de la cooperativa de la capital de la Ribera Baixa.

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