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Participación ciudadana estéril

Ecologistas, sindicatos, asociaciones cívicas y políticos se reunieron durante años en busca de un plan sostenible

Participación ciudadana estéril

En 2008 se elaboró el Plan de Recuperación del Júcar a través de un amplio proceso de participación ciudadana, que contemplaba, entre otros aspectos, la protección frente a inundaciones. Los representantes de la comarca coincidían con los técnicos en la necesidad de tratar al mismo nivel y de forma conjunta la recuperación del ecosistema fluvial y la prevención de los riesgos.

El 20 de mayo de 2010 se constituyó una mesa de participación vinculada al plan de avenidas, constituida por representantes de las tres administraciones —estatal, autonómica y local—, grupos ecologistas, sindicatos, organizaciones agrarias, regantes y entidades ciudadanas. Este organismo se reunió en 4 ocasiones entre 2010 y 2011, siendo la última reunión el 14 de diciembre de 2011, momento en que quedaban pendientes y programadas varias sesiones sobre cuestiones importantes relacionadas con los contenidos del plan de avenidas. Nada más se supo desde entonces. Fruto de aquellas múltiples reuniones nació un documento extenso y detallado que contemplaba las actuaciones necesarias a emprender para hacer frente a las inundaciones del Xúquer.

Iniciativas consensuadas

El documento consensuado recopilaba multitud de obras que se habían barajado en los últimos años: Acondicionamiento del Xúquer entre Carcaixent y la autovía AP-7, mejora del drenaje del Marjal Sur, adecuación de la margen izquierda de los ríos Xúquer y Verd, intervención en los barrancos Barxeta, Duch, Murta, Estret y un largo etéctera de canales de desagüe, construcción de motas y de las presas de Estubeny, Montesa y Marquesat en los ríos Sellent, Cànyoles y Magre... Un sinfín de actuaciones que jamás llegaron a buen puerto.

Para colmo, en 2013, la ansiada construcción de la mota de Albalat pasó de ser una realidad a un mero espejismo. El proyecto estaba listo, había pasado por su fase de redacción y licitación, contaba con fondos europeos para su ejecución pero jamás fue adjudicado a ninguna empresa, cayendo en el olvido administrativo, para desesperación de la comarca y, especialmente, de Albalat.

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