No es la primera vez que se levanta la voz pero mucho tiene que cambiar para que sea la última. El repentino fallecimiento de un joven de Alzira durante un partido de fútbol sala en Llaurí ha vuelto a hacer sonar las alarmas sobre la falta de controles médicos que existe en el mundo del deporte amateur, cada vez más multitudinario. La crisis económica permitió a muchos vecinos y vecinas de la comarca contar con más tiempo libre y eso llevó a bastantes al deporte, que empezó a vivir un auténtico boom en prácticas como el atletismo, el ciclismo o el triatlón, que mezcla los dos y une la natación. Además, han aparecido nuevos deportes (como las carreras de obstáculos) que buscan conocer los límites de los deportistas, con durísimas pruebas que llevan el cuerpo hasta rincones insospechados hace algunas décadas.
Todo ello ha llevado a los médicos a levantar la voz de nuevo, ya que consideran que no es posible realizar deportes sin conocer primero cuáles son las condiciones que cada uno o una alberga en su cuerpo, la predisposición a padecer enfermedades. Aunque en el caso del deportista de Alzira (de veintiún años) no se conocía enfermedad alguna que lo llevase a la muerte repentina, los médicos aprovechan la desgracia para recordar a los deportistas (sobre todo amateurs, ya que en dicho mundo es en el que los controles son más precarios o incluso no existen) que las pruebas médicas son vitales para reducir las opciones de sufrir un problema sobre todo cardíaco que puede desembocar en la muerte repentina. El jefe del Departamento de Cardiología del Hospital de la Ribera, Enrique Peris, considera que se tiene que concienciar a la población para que se entienda que los controles son necesarios. «Se tienen que realizar pruebas para conocer los factores de riesgo. Ahora existen técnicas que no son aún muy conocidas por la población pero que nos ayudan a conocer el estado físico, caso de ecocardiografías que nos delatan con ultrasonidos la morfología del corazón y permiten descartar los principales riesgos para padecer una muerte. Encima es muy sencilla de realizar», aduce Peris. Clínicas como la Tecma de Alzira realiza también otro tipo de análisis como pruebas de esfuerzo para que los deportistas puedan conocer sus límites. Además, el precio se ha reducido considerablemente en los últimos años. Peris también invita a los ayuntamientos a instalar desfibriladores en todas las instalaciones deportivas, un mecanismo clave para salvar vidas en caso de paro cardíacos repentinos.
