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El cierre de la campaña agrícola dispara un 8 % el paro en la Ribera

El sector del campo registra un aumento del desempleo del 36 % entre diciembre y enero - El primer mes de 2017 concluye con 22.169 demandantes inscritos al Servef, 1.630 más que el anterior

La temida cuesta de enero se ha cobrado los primeros damnificados. El cierre del primer mes del año se ha saldado con un aumento del paro en la comarca del 8 %, situándose en 22.169 frente a los 20.539 que el Servef registraba al finalizar 2017. Se rompe de este modo una tendencia tres meses a la baja que dejaron las cifras del desempleo a niveles de 2008. Uno de los principales motivos del incremento tiene que ver con la conclusión del tramo de mayor actividad de la campaña agrícola, tanto en el caqui como en un grupo considerable de variedades citrícolas. De hecho, de los 1.630 parados de más contabilizados en enero, 670 pertenecen al sector agrario.

De forma habitual, los meses de enero están marcados por un incremento en los datos del paro. El año 2017 no es una excepción y el campo tiene buena parte de la culpa. Al concluir diciembre, se registraban en la Ribera 1.196 desempleados, una cifra bastante más reducida que los 1.866 con los que ha acabado enero. Este hecho supone una crecida del 35 % en un mes. Otra de las circunstancias que condicionan la subida del paro en la comarca es la conclusión de la campaña navideña que anima el empleo en los comercios, restaurantes y otros establecimientos. Entre la Ribera Alta y Baixa se contabilizaban 13.158 desempleados del sector servicios en diciembre, cifra que se ha elevado hasta los 13.752 en enero, 594 más.

Respiro para la construcción

El aumento del paro también ha afectado a la industria, ya que cuando acabó 2016 se registraban 2.953 desempleados en el Servef, frente a los 3.394 de enero. Únicamente el sector de la construcción se ha salvado de los datos negativos, ya que ha reducido el número de parados en 60 personas. La comparativa interanual de toda la comarca mejora las cifras de enero de 2016, en el que se contabilizaban 25.244 demandantes de empleo. Con todo, si se tiene en cuenta la crecida de ambos meses, ha sido mayor este enero de 2017, ya que hace un año el incremente fue tan solo del 4,06 %

El mes de enero ha sido complicado para la mayoría de los principales municipios de la comarca, entre los que destaca como nota positiva Sueca, que ha logrado cerrar el mes disminuyendo ligeramente el número de parados, concretamente en 25.

El resto de localidades importantes ha registrado aumentos considerables. Entre ellas destacan Carlet (29,14 %) y l'Alcúdia (34,43 %) por la influencia de la campaña del caqui. En el primer caso se ha pasado de 906 solicitantes de empleo a 1.170, mientras que en el segundo ha incrementado en 178 su número de vecinos en paro.

Mientras la capital de la Ribera Baixa ofrece la nota positiva, la de la Ribera Alta ha sucumbido ante la tendencia general. En Alzira, el número de parados ha pasado de 3.617 a 3.849, un aumento del 6,41 %. Algemesí y Alginet también registran incrementos cuantitativos, del 14,59 y 19,44 %, respectivamente. La situación se repite en Almussafes (1,55 %), Cullera (2,36 %), Carcaixent (6,77 %), Benifaió (4,20 %) o Sollana (0,34 %).

93 % de contratos temporales

Otra de las circunstancias que ha marcado el mes de enero, tal y como denunció ayer el sindicato comarcal de UGT, es que la contratación que se realiza sigue siendo temporal. Una estadística que rara vez se reduce, ya que domina esta modalidad laboral en el 93 % de las contrataciones. Los empleos indefinidos de enero 2017 suponen 747 contratos, frente a los 10.543 contratos temporales. El sindicato destaca que dichas cifras «muestran el avance de la precariedad ya que únicamente un 6% de los contratos que se han registrado son indefinidos a tiempo completo. A ello se añade un fenómeno que se viene observando desde hace tiempo como es la precarización de la contratación indefinida. Se está consolidando un trabajo indefinido precario, camuflado bajo el contrato de apoyo a emprendedores».

Igualmente, el secretario intercomarcal de UGT, Raül Roselló, hizo ayer pública su preocupación por «la tendencia creciente del paro de larga duración que condena a las familias a la pobreza y exclusión ante la falta de medidas de cobertura y de políticas de empleo eficaces que ayuden a salir de este callejón sin salida. Son necesarias medidas que restituyan los derechos perdidos y que a través del reconocimiento de una prestación de ingresos mínimos se atienda a las familias más desfavorecidas», defiende Roselló.

A su vez, UGT considera que los mejores resultados anuales del registro del desempleo «siguen guardando relación con un efecto desánimo entre los desempleados. El descenso continuado de la tasa de cobertura y la extensión del paro de larga duración, junto a los procesos de emigración, son parte de este 'adelgazamiento de las cifras de desempleo', de manera especial entre los grupos de jóvenes y de los trabajadores mayores de 55 años, los más vulnerables en una situación tan adversa.

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