­Llombai vuelve al pasado durante estos días. La localidad ribereña se muestra fiel a su tradición y, tras el aplazamiento por el temporal de lluvias, el mercado renacentista de los Borja toma las calles. Decenas de miles de visitante acudirán durante estos días a formar parte de uno de los eventos medievales más esperados del año y que se ha ganado, con el paso de los años, el estar entre los mejores y más grandes mercados de este tipo, convirtiéndose en un referente más allá de la comarca. Más de un centenar de puestos artesanales, representaciones históricas, música, atracciones y un sinfín de actividades componen su amplio programa.

Durante la mañana de ayer se ultimaron todos los detalles de montaje y organización ya que, por la tarde, el mercado cobró vida. Como manda la tradición, las representaciones históricas son el alma de este evento. La vida y obra de los Borja, estrechamente vinculada a Llombai (sin ir más lejos el propio Sant Francesc de Borja fundó la iglesia conventual de la Santa Cruz), recorre las calles con múltiples interpretaciones tanto biográficas como de mitos y leyendas. Los puestos artesanales y de gastronomía, las exposiciones y las muestras de oficios superan el centenar y ayer ya se podían visitar. Así como algunos espectáculos con las más de 200 clases de animales que copan las granjas, los juegos de habilidad a caballo, música árabe o una exposición con algunas torturas del renacimiento.

Con todo, la inauguración oficial de Mercat dels Borja es esta misma mañana. A las 11, el alcalde, Anselmo Carmona, recibe en el ayuntamiento a las distintas autoridades que no querían perderse el espectacular mercado: el presidente de las Corts, Enric Morera; la diputada de Turismo, Pilar Moncho o las alcaldesas y diputadas Diana Morant (Gandia) y Maria Josep Ortega (Carlet). Media hora después darán por inaugurado el mercado y podrán disfrutar, entre otras actividades, de la biografía de Sant Francesc de Borja o los torneos que representan la batalla de las Germanies.

Comercio local

Algunas muestras son fijas; otras, itinerantes. Pero lo cierto es que ayer ya se dieron muestras de que cuando el mercado abre se convierte en un auténtico hervidero. Hoy y mañana la situación será similar y el pueblo entero de Llombai se abarrotará por completo, ya que se esperan decenas de miles de visitantes. Es más, pese al gran número de puestos ambulantes en los que se podrán degustar todo tipo de recetas culinarias, los bares y restaurantes de la localidad tienen sus reservas prácticamente agotadas, por lo que se trata, además, de una cita con una gran repercusión en las empresas y negocios del pueblo.