Si el final de la campaña agrícola provocó en enero un repunte del paro del 8 %, el mes de febrero vuelve a mostrar signos de cronificación. La estacionalidad que marca la evolución del desempleo en la Ribera deja a febrero huérfano de novedades, una dinámica que con un bolsa de más de 22.000 demandantes de empleo inscritos en las oficinas del Servef no se puede considerar una buena noticia. El paro registrado subió en febrero en la comarca un 0,36 %, una variación inferior a la que se produjo el año pasado en este mismo período, cuando el repunte fue del 2,30 %, pero que choca con el descenso que ofrece la estadística oficial tanto en el conjunto de la Comunitat Valenciana como en el ámbito estatal. El desempleo sigue en la Ribera sus propios ciclos y, este año, además, ofrece una evolución desigual, con repuntes de hasta el 7,90 % en Algemesí -el mayor de entre las grandes ciudades- que contrastan con descensos del 6,41 % como el registrado en Carlet. El paró subió en la Ribera Alta (0,86 %), pero bajó en la Ribera Baixa (-0,93 %) lejos de campañas agrícolas o comerciales que propician los mayores cambios en momentos puntuales del año.
La Ribera cerró febrero con 22.248 demandantes de empleo registrados, lo que representa 79 más que el mes anterior (0,36 %), pero 3.576 menos que hace un año, lo que se traduce en una reducción anual del 13,85 %, según los datos publicados ayer por el Servef.
Esta evolución desigual ofrece repuntes en la agricultura, el sector servicios y en empleos que no se pueden vincular a una actividad económica determinada, mientras se reduce en la industria y la construcción.
Por lo que respecta a la actividad en el mercado laboral, la comarca registró en febrero la formalización de 10.155 contratos, una cifra inferior a la que ofrecía esta estadística en enero (11.290) pero superior a los 9.746 contratos formalizados en febrero de 2016. Se da la circunstancia de que un 8,54 % de los contratos formalizados en febrero fueron indefinidos, un índice mayor que el de enero (6,6 %) y que el registrado hace un año. Por otra parte, un 81,41 % de los contratos formalizados en febrero eran a jornada completa mientras que el 18,59 % restante eran contratos a tiempo parcial.
El secretario comarcal de UGT, Raül Roselló, destacó ayer que es el segundo mes del año en el que desciende el desempleo masculino mientras aumenta el femenino y comentó que, si bien un análisis del último año refleja un descenso en ambos colectivos, también muestra «la mayor debilidad de la recuperación del empleo femenino y la apertura de la brecha mujeres-hombres en torno al desempleo». Roselló incidió en que estos datos reflejan «la ineficacia de las políticas para incrementar la contratación indefinida» y señaló como otro dato «alarmante» que «más del 53 % de la población parada registrada en la Comunitat Valenciana no percibe ningún tipo de prestación por desempleo». Una extrapolación de esa tasa de cobertura a la Ribera implica que cerca de 12.000 parados inscritos en el Servef carecen oficialmente de ingresos.
Por otra parte, Roselló expresó ayer su preocupación por el carácter estacional de la generación de empleo, ligado a determinadas campañas que, al finalizar, derivan en un aumento del paro, y la «elevada dosis de precariedad que muestran los contratos registrados, produciendo una continuada pérdida de calidad en el empleo». «A pesar del aumento de la contratación indefinida en el mes, sólo el 8,60 % de los contratos firmados son indefinidos a tiempo completo», incidió.
En esta línea, el dirigente de UGT alertó del fenómeno de la precarización de la contratación indefinida «que se viene observando desde la reforma laboral». «Se está expandiendo un trabajo indefinido precario, camuflado bajo el contrato de apoyo a emprendedores, que se va desplazando a la contratación indefinida ordinaria», indicó, mientras señalaba que el descenso de la tasa de cobertura y la extensión del paro de larga duración también está generando una mayor precariedad entre las personas en desempleo. Roselló reivindicó el reconocimiento de una prestación de ingresos mínimos que atienda a las familias más desfavorecidas.
«La protección social debe garantizarse, mejorando la cobertura y reforzando las prestaciones por desempleo y, acompañando esta medida, es imprescindible potenciar las políticas activas de empleo desde el ámbito público», reivindicó el secretario comarcal de UGT, que también señaló que cualquier medida «será insuficiente sino se consolida un escenario propicio a la negociación colectiva, donde se negocien subidas salariales que consoliden el establecimiento de salarios dignos y se mejoren las condiciones de la clase trabajadora».
