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La crecida de un río aísla cerca de 50 chalés de una urbanización de Turís

El agua vuelve a inundar el badén del acceso principal - La corriente arrastró en diciembre tres vehículos en un día - El reciente dragado del cauce del Buñol no evita que se repita el problema

La crecida de un río aísla cerca de 50 chalés de una urbanización de Turís

«Nos íbamos a una consulta del médico a Mislata pero no hemos podido pasar». Los cerca de cincuenta chalés de la urbanización Peña la Nota de Turís volvieron a quedar aislados ayer como consecuencia de una crecida del río Buñol que inundó el acceso principal a esta partida, conocida también como Pla de Tortosa.

Se trata del mismo badén en el que en el temporal de diciembre quedaron atrapados tres turismos y donde la Guardia Civil tuvo que rescatar al conductor de uno de ellos que, al verse arrastrado por la corriente, se subió al techo del vehículo. El temor a que se repitiera esta situación provocó que algunos vecinos que en la mañana de ayer iban a buscar la carretera dieran marcha atrás ante el peligro que suponía cruzar un badén ya cubierto por el agua. La Policía, por su parte, procedió a cortar el camino por seguridad.

Ángel Torres y su mujer Rosa Escribá se dirigían al hospital de Manises cuando se encontraron con la carretera inundada. Se da la circunstancia de que hace escasamente un mes ya presentaron una queja por escrito en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por la situación vivida en los últimos temporales que, según indicaron, no ha tenido respuesta. Ayer volvieron a expresar este malestar por un problema que, en esta ocasión, atribuyen a la falta de limpieza de los pasos inferiores del badén. «Cada dos por tres estamos así y fíjate lo que ha llovido. Si sigue lloviendo nos quedamos así tres o cuatro días», lamentaban.

El alcalde de Turís, Eugeni Fortaña, por su parte, defendió que tras los incidentes registrados el 17 diciembre, cuando en pocas horas el agua arrastró tres coches en este mismo punto, el ayuntamiento dragó tanto el tramo anterior como el posterior del cauce del río Buñol para retirar toda la grava acumulada y limpió los vanos existentes bajo la calzada. Fortaña admitió que si bien en el futuro se tendrá que buscar una solución que garantice una mayor seguridad, advirtió de que alternativas como elevar el badén o construir un puente se escapan de las posibilidades del ayuntamiento y sólo se podrían abordar a través de ayudas de otras administraciones. El alcalde atribuyó la inundación del badén ayer únicamente a las precipitaciones registradas aguas arriba de este afluente del Magro: «El paso del agua estaba limpio, pero se desborda y pasa por arriba», subrayó.

Rosa Escribá admitió que existen otros caminos que permiten salir de la urbanización, pero señaló que pueden resultar peligrosos en casos de mal tiempo y especialmente para gente mayor. Por un lado, indicó que dando una vuelta «de más del triple» de lo que supone la entrada principal se puede salir por Alborache, pero indicó que se trata de una zona en la que también se producen arrastres por lluvias mientras que una tercera salida discurre por un camino no asfaltado que pasa junto al cortado de una cantera.

Estos vecinos recuerdan que hace unos años ya se tuvo que recurrir a un helicóptero para evacuar a una persona que había quedado incomunicada en uno de los chalés. Así lo recuerdan en la queja dirigida a la CHJ, en la que piden «algún tipo de solución que facilite el rápido acceso de la urbanización a la localidad por carretera para evitar poner en riesgo a las persona ya que hay gente que se arriesga y acaba dentro del río con su vehículo, poniendo en peligro también a los equipos de rescate». En diciembre, dos guardias civiles se jugaron la vida para rescatar al conductor de un vehículo entrando a nado en el río.

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