Almussafes contará próximamente con dos nuevos parques para perros, sumando un total de seis áreas caninas distribuidas equitativamente por el núcleo urbano. Ayer miércoles, 22 de marzo, un grupo de operarios municipales inició las tareas de medición necesarias para la construcción de los «pipicanes», ubicados junto al camposanto y en la parcela perteneciente a l'Hort de Blat, una intervención que permitirá que los canes cuenten con otros 1.300 metros cuadrados de superficie para su esparcimiento.

Con esta iniciativa, el ayuntamiento pretende erradicar los problemas de higiene ocasionados por los excrementos de los animales en las vías públicas. Tras la delimitación de ambos solares, los trabajadores procederán al vallado de los nuevos espacios, que se abrirán a los usuarios tan pronto como finalicen los trabajos pertinentes. Gracias a la incorporación de estas dos áreas caninas, la localidad se convierte en la población de la Ribera Baixa con más instalaciones para perros por habitante, un total de seis. Además, cuando finalicen las intervenciones todos los sectores del municipio estarán cubiertos.

De la mano de los nuevos «pipicanes», emplazados en el cementerio y en l'Hort de Blat, los animales tendrán a su disposición dos grandes zonas de recreo para perros con una extensión de 400 y 900 metros cuadrados, respectivamente. El vallado de ambas áreas, el refuerzo de la iluminación de las mismas y la instalación de papeleras serán las acciones que se emprenderán por parte del consistorio municipal en esta primera fase y que se completarán posteriormente con la plantación de arbolado.

Mobiliario específico

Las obras de habilitación del primer «pipican» conllevan el traslado de la zona de recreo para perros más antigua de Almussafes, la cual se encontraba en el parque de las Eras, hasta la necrópolis municipal. Este nuevo terreno tendrá muchas posibilidades gracias a su extensión de 400 metros cuadrados y dispondrá del mobiliario necesario para depositar las heces de los canes. En cuanto a la localización anterior, el pequeño «pipican» del jardín de las Eras se convertirá en una zona verde con acceso prohibido para animales.