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Un grupo de radicales de ideología nazi acosa a izquierdistas en Alzira

El nuevo Grup de Resposta Social pide a autoridades y asociaciones que se posicionen contra la actual «escalada de violencia» - Alertan de que además de pintadas también se han producido agresiones

Otras pintadas aparecidas en las calles de Alzira. levante-emv

La proliferación de pintadas con simbología nazi o en favor de ultras, de episodios de acoso y amenazas e incluso alguna agresión ha llevado a la constitución del Grup de Resposta Social d'Alzira, que ha solicitado tanto al ayuntamiento como a las asociaciones de todo tipo que hay en la ciudad «que se posicionen de manera inequívoca y clara» contra lo que consideran un grave problema «y que se trabaje conjuntamente para encontrar una solución y erradicar este peligro de las calles de Alzira». Una petición de este colectivo ya provocó que el alcalde de Alzira, Diego Gómez, convocara el pasado 16 de marzo una reunión de asociaciones con el objetivo de explicar esta problemática, con escasa repercusión en plena vorágine de las fiestas falleras. Gómez ha incluido en el pleno que la corporación celebrará la próxima semana una propuesta de condena de las actitudes violentas que se han dado en Alzira.

El Grup de Resposta Social, que se presenta como un colectivo pacífico que rechaza cualquier violencia, alerta de que en Alzira se está viviendo una «escalada progresiva de violencia» en la que «un grupo organizado de neonazis, con relaciones con otros colectivos ultras, actúa impunemente llenando el pueblo de pintadas con esvásticas y diversa simbología nazi» y que también se han producido agresiones a jóvenes alcireños e incluso amenazas con arma blanca.

El colectivo sitúa la primera agresión la noche del concierto organizado por el ayuntamiento en el recinto ferial con motivo del 9 d'Octubre. Según relató ayer a Levante-EMV uno de los afectados, tres amigos que asistían a la actuación de La Raíz y Aspencat regresaban al recinto ferial tras reponer los vasos con la bebida que tenían guardada en un vehículo estacionado en Tulell, cuando vieron correr hacia ellos a un grupo de «diez o quince personas» al que, en principio, no dieron importancia. Uno de los jóvenes llevaba atada en el cuello una bandera republicana. Según detalló, cuando tenían ya casi encima al grupo que corría levantó la mirada y vio como uno saltaba con el puño al aire contra él, aunque pudo esquivar el golpe. Sí le arrancaron la bandera republicana y, según señaló, a uno de sus compañeros le propinaron algunos golpes, pero pudieron salir corriendo. «Yo no era consciente de lo que pasaba, pero empezaron a gritar rojos de mierda, rojos de mierda y me di cuenta de qué iba aquello», indicó. «Por suerte no nos persiguieron, pero iban lo que ellos dicen de cacería y si cogen a alguien le meten una paliza que le dejan en coma seguro», señaló, mientras indicaba que iban todos de negro con capuchas y bragas tapando la cara para que no se les reconociera.

La acción más violenta

Los promotores del Grup de Resposta Social sitúan la agresión más violenta en la zona de los «pubs» en las pasadas Navidades cuando, según expusieron, una persona sonrió al ver que otra gritaba vítores a Franco y a Hitler. «Vio que se había reído y volvió con otros cuatro más a darle una paliza», aseguraron. Otros episodios que incluyen en esta escalada de violencia son actos de acoso como perseguir hasta la puerta de casa a una chica intentando coaccionarla y llamándola «roja de mierda» e incluso, en la pasada «Crida», amenazar mostrando una navaja a un joven, entre otras conductas similares en la pasadas fiestas.

El Grup de Resposta Social denuncia que además de la aparición de esvásticas por la ciudad también han proliferado otros grafitis de simbología nazi como una cruz celta que representa la supremacía de la raza blanca o combinaciones de los números 14 y 88, el primero en alusión a las «14 palabras», una referencia a la cita de David Lane que reivindica la supremacía de los blancos, mientras que la segunda es una especie de código que se interpreta como el saludo «Heil Hitler». También incluye en este paquete aquellas pintadas que reclaman la libertad de un ultra condenado a 26 años por una asesinato que tuvo lugar en Madrid cuando se dirigía a una manifestación de extrema derecha y otras que hacen burla de la muerte de un aficionado del Deportivo de la Coruña que apareció en el Manzanares tras una reyerta con radicales del Atlético de Madrid en 2014.

«Todos estos hechos evidencian la escalada de estas actitudes que se ha dado en Alzira y el grave problema de seguridad ciudadana al que nos enfrentamos», alerta el colectivo que rechaza las actitudes fascistas.

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