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El TSJ plantea reforzar el juzgado colapsado de Alzira una vez lo cierra

La saturación era uno de los argumentos utilizados para justificar el traslado de la sala de lo penal a València - Las últimas vistas se celebraron ayer mientras se completaba la mudanza

El TSJ plantea reforzar el juzgado colapsado de Alzira una vez lo cierra

La sala de lo penal número 15 con sede en Alzira celebraba ayer los últimos juicios mientras la empresa de mudanzas cargaba muebles y las últimas cajas para completar el traslado a la Ciudad de la Justicia de València, donde el lunes comenzará una nueva etapa. Se consuma de esta forma el acuerdo adoptado por la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el pasado 1 de diciembre para cerrar este juzgado desplazado que prestaba servicio a los partidos judiciales de Alzira, Xàtiva y Ontinyent con el objetivo de unificar los órganos de la jurisdicción penal al entender que de ese modo se propicia un reparto más equitativo de asuntos. De hecho, uno de los argumentos esgrimidos en el informe del Servicio de Inspección del CGPJ para justificar la propuesta de traslado señalaba que este juzgado se había demostrado poco eficaz por la excesiva carga de trabajo que soportaba y la mayor dilación a la hora de dar respuesta a los ciudadanos. Y es ahora cuando, coincidiendo con el traslado a València, el Tribunal Superior de Justicia ha solicitado al CGPJ que asigne un segundo magistrado de refuerzo para desatascar la que es posiblemente la sala penal más saturada de la provincia, según señalaron ayer diferentes fuentes consultadas.

El juzgado de lo penal número 15 de Alzira cerraba ayer sus puertas diez años, dos meses y 29 días después de que esta sala desplazada entrara en servicio tras una década de reivindicaciones de los profesionales del Derecho y del propio ayuntamiento. La asignación a la misma de 83 municipios de tres comarcas diferentes pronto desbordó su capacidad de trabajo y en mayo de 2009 el Consejo General ya tuvo que aprobar un plan de urgencia que asignó un magistrado y una secretaria judicial de refuerzo que aún hoy se mantiene, tras un breve período entre septiembre de 2015 y abril de 2016 en que le fue retirado el juez de apoyo, agravando más si cabe la saturación de la sala.

El juzgado acumula más de 1.300 causas pendientes de juicio -se están realizando señalamientos para mayo de 2018, salvo algunos especialmente graves que se priorizan- y tiene cerca de 400 ejecutorias en trámite, según ha podido saber Levante-EMV. Los funcionarios que tiene asignados empezarán a desembalar cajas en la Ciudad de la Justicia, donde hoy y mañana el juzgado seguirá operativo bajo mínimos -ha suspendido los juicios- como si mantuviera la sede en Alzira mientras que a partir del lunes, debe estar operativo como un juzgado más de València.

Fuentes del Colegio de Abogados de Alzira reiteraron ayer que la pérdida de este juzgado es un retroceso importante ya que aleja la Justicia de los ciudadanos -denunciantes, testigos y fuerzas de seguridad deberán desplazarse a València- y valoraron como «alarmante» que se permita esta situación.

Otras fuentes alertaron de que la petición del TSJ de un segundo magistrado de refuerzo no va inicialmente acompañada de una mayor asignación de personal -de hecho, la sala está a punto de perder un funcionario del cuerpo de auxilio judicial- en el que, por otra parte, será el único juzgado de València que celebre vistas y gestione ejecutorias. Cabe recordar que las ejecutorias se trasladaron a València en 2015 aunque el juzgado número 15 mantiene las que anteriores. Los juicios que tiene señalados se mantendrán cambiando de sede, aunque no se descarta que, especialmente en las primeras semanas, se tengan que suspender algunos.

El TSJ evitó ayer pronunciarse a la espera de un comunicado oficial sobre el traslado de la sala.

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