El ánimo del tripartito alcireño (Compromís, PSOE y EU) por sumarse a la conmemoración del 75 aniversario de la muerte del poeta Miguel Hernández le ha llevado a pasarse de frenada. El equipo de gobierno elevó y aprobó una propuesta en el pleno del miércoles que, entre otros aspectos, incluye conceder una calle o asignar el nombre del poeta a un edificio público cuando, como evidenció la oposición, ya existe en el callejero de Alzira desde el año 2014. Es más, el concejal del PP José Luis Palacios recordó que fue el anterior tripartito el que retiró el nombre de Miguel Hernández a la Escuela Permanente de Adultos, dedicada ahora a Enric Valor, y que existe un acuerdo plenario por el que a una misma persona no se pueden dedicar dos cosas. «Si tiene calle no tiene edificio y si tiene edificio no tiene calle», resumió.
El ayuntamiento, en base a la moción, muestra su respaldo a las iniciativas de la familia de Miguel Hernández encaminadas a la revisión y anulación de la sentencia de muerte y a la reparación y reconocimiento del poeta «injustamente condenado por defender al gobierno legítimo de la Segunda República». En esta línea, la propuesta contempla conceder una calle o bautizar un edificio público con la leyenda «Al poeta del poble Miguel Hernández» e instar al Gobierno a anular la sentencia de muerte que el 18 de enero de 1940 dictó un tribunal militar franquista «de forma que su inocencia sea pública, jurídica y oficialmente reconocida». Al mismo tiempo, proponía el reconocimiento del poeta como «patrimonio cultural de toda la humanidad·.
Propuesta «anácronica»
La portavoz de Ciudadanos, Mª José Llopis, alertó de que Miguel Hernández ya cuenta con una calle en Alzira y defendió reivindicar la figura del poeta, «no del político».
Palacios fue más incisivo ya que, tras anunciar la abstención del PP, señaló que su grupo no podía apoyar la propuesta «por anacrónica» y porque, según dijo, le parecía «una falta de respeto» a Miguel Hernández. El edil señaló que el único apartado que se hubiera podido aprobar era el relativo a la concesión de una calle que, advirtió, ya tiene, una perpendicular a Virgen de la Murta. «Esperábamos que celebrar este aniversario de un gran poeta fuera para fomentar el conocimiento de su obra, pero lo que plantea es modificar sentencias», señaló, mientras argumentaba que la Ley de Memoria Histórica dejó claro que sentencias como la que condenó a Miguel Hernández «eran radicalmente injustas» y las dejó sin validez, como después ratificaron tanto el Tribunal Supremo como el Constitucional en los procedimiento seguidos por la familia. Por otra parte, recordó que la pena de muerte a la que aludía la moción fue conmutada por otra de 30 años de cárcel.
La socialista Isabel Aguilar defendió que la moción suponía «reivindicar hoy la fuerza y la obra de este poeta, al que dejaron morir arrinconado en la prisión». «A algunas personas que quieren negar una parte de la historia les es indiferente esta moción e incluso se burlan, pero otros somos los que hemos querido continuar esa historia y dar pasos de gigante hacia una sociedad más libre e igualitaria», dijo, mientras reprochaba a Palacios que «por muy defensor» que hubiera podido parecer del poeta, no votaba a favor de la propuesta.
