El centro de promoción rural la EFA La Malvesía de Llombai ha salido al rescate de la Muntanyeta de Alberic, en colaboración con el ayuntamiento. Desde hace varios meses está desarrollando en el paraje natural ribereño un proyecto para recuperar el potencial del hábitat por lo que respecta a flora y fauna y para ello han acudido en diversas clases prácticas para «poner a punto» un enclave considerado patrimonio verde del municipio. Forma parte de un programa general mediante el cual el consistorio alberiquense quiere rehabilitar todas las posibilidades del paraje y convertirlo en un referente natural de la comarca. Para ello, la Concejalía de Urbanismo que dirige Liliana Palencia prohibió el acceso motorizado al paraje, convirtiéndolo así en un enclave reservado para el esparcimiento de las familias.

La alianza con el instituto rural será ahora clave. La Malvesía de Llombai nació en 1970 y por él han pasado más de 6.000 alumnos en formación reglada de todo el territorio valenciano, de los que una gran parte se encuentran vinculados al medio agrícola y rural. Cuando hace ya aproximadamente un año se realizó un informe sobre la situación de la Muntanyeta de Alberic, el panorama era cuanto menos preocupante, tras décadas de abandono profesional en el que se había descontrolado el crecimiento de especies. El ayuntamiento procedió hace meses a contratar a una nueva jardinera a tiempo completo para el cuidado y mantenimiento de la zona.

Según el documento de La Malvesía el paraje mostraba varios rodales con arbolado decrépito, de grandes dimensiones y con problemas de estabilidad estructural, con especial hincapié en los pinos. «Esta situación es lógica que se haya producido debido a la evolución en el tiempo de una masa donde los pinos (especies que necesitan mucha luz) han ido envejeciendo con el tiempo y no han podido ser sustituidos por nuevos pinos jóvenes (pues apenas hay regeneración natural) u otras especies de sombra que actualmente apenas existen o no han sido favorecidas (carrascas por ejemplo)». Además, esta sustitución natural de nuevos individuos u otras especies requeriría de un espacio de tiempo relativamente prolongado, con efectos sólo visibles en el medio y largo plazo.

«Además, existen algunos rodales donde la competencia intraespecífica e interespecífica de las especies arbóreas presentes ha originado elevados índices de esbeltez y de debilitamiento, que sin duda originarán futuros problemas de roturas y tronchados», explicaba el centro a través de su informe. Además se registraban arbustos muertos, moribundos o con daños mecánicos.

Pinos en retroceso

Así, se procedió a favorecer el porte arbóreo de los ejemplares de algarrobo y olivo existentes, dejando los mejores pies y a suficiente distancia entre sí y se favoreció a las especies secundarias a costa de las especies muy abundantes que existen a su alrededor y con las que compitan por luz y nutrientes. Por ejemplo, se está procediendo a la eliminación de pinos, abundantes en la zona, siempre que compitan con encinas y otras especies. Se observaba como recomendable el apeo de todos los árboles con arquitecturas de copa peligrosas o con síntomas de debilidad o deficiencia radicular, así como los que presenten una elevada esbeltez y se comenzó por aquellos cuya inclinación natural era hacia un camino, sendero o cualquier otra vía de tránsito o edificación.