El interés por diversificar el cultivo para no «jugársela a una sola carta» ha llevado a los labradores a experimentar con diferentes variedades frutales en los últimos años. La implantación del caqui es ya una realidad y compite la hegemonía de las naranjas. Sin embargo, no son los únicos frutales que están teniendo éxito en la comarca ribereña.
Zonas de Benimodo o Carlet también se han especializado, por ejemplo, en el cultivo de kiwis y, según AVA-Asaja, ya existen importante operadores que están comercializando sus productos, por lo que el éxito parece asegurado para lo que actualmente está plantado. Se vive una época de estabilidad, quizá porque las cuantías para iniciarse en el mundo del kiwi son altas (3.000 euros por hanegada).
Otro de los frutales que está teniendo éxito donde se está cultivando y ya empieza a crear expectación entre los labradores de la Ribera es el aguacate. Centrado principalmente en la actualidad en Málaga (pero también con una importante extensión en el Camp de Morvedre), la comarca ribereña cuenta con un clima idóneo para su cultivo y los especialistas consideran que tendría un enorme éxito de rentabilidad si se planta en los términos municipales de Corbera, Favara, Llaurí y hasta Alzira, ya que dicha zona se ve «afectada» por unos vientos de poniente que son adecuados para su producción. No existe posibilidad de producir aguacates en el resto de Europa y además se está introduciendo ya en el consumo familiar.
