Los desperfectos ocasionados por los temporales empiezan a desaparecer de los márgenes del Xúquer tras la intervención de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Ayer fue el turno de Alzira, donde las máquinas y el personal del gobierno retiraron a lo largo de la mañana cañas y diferentes tipos de vegetación que tras ser arrastradas se depositaron a ambos lados del río. El Estado anunció hace algo más de un mes que se invertirían cerca de 10 millones de euros para paliar los daños de los repetidos episodios de lluvias en el dominio público hidráulico y las actuaciones en Alzira se enmarcan dentro de dicho plan para recuperar las infraestructuras afectadas.