El alcalde de Alzira, Diego Gómez, destacó ayer que la reversión del Hospital de la Ribera al sector público el próximo año debe ir vinculada a una mejora de los accesos que ayudará a descongestionar esta área comercial, que tiene precisamente en la infraestructura viaria su punto más débil. Preguntado sobre las perspectivas de mejora de las comunicaciones, Gómez cargó en un primer momento contra la líder del PP local y actual diputada nacional, Elena Bastidas, ya que, según subrayó, los presupuestos generales del Estado no destinan «ni un euro» de inversión para infraestructuras en Alzira ni en la Ribera.

El munícipe atribuyó los embotellamientos en esta zona a que en ella confluyen el mayor polígono industrial de Alzira y el hospital y recordó que el ayuntamiento ha reclamado con insistencia la construcción de un nuevo puente sobre el Xúquer que conecte el polígono de la Carretera de Albalat con la carretera de Algemesí (CV-42), a la altura de la ITV, que garantizaría una rápida evacuación del hospital en caso de necesidad.

Por otra parte, el alcalde de Alzira dejó entrever que el ayuntamiento no renuncia a la construcción de la variante del polígono diseñada en su día por la diputación y aparcada por el elevado coste de las expropiaciones -se trata de una circunvalación que discurriría junto al cauce- y, por último, recordó que también es antigua la reivindicación tanto de los empresarios alcireños como del ayuntamiento contar con un acceso directo a la autopista (AP-7) desde la carretera de Albalat, lo que supondría también una mejora importante para el tráfico rodado en esta zona de Alzira. Con todo, admitió que ninguna de estas actuaciones cuenta con una asignación económica que permita augurar una inminente ejecución.

Cabe recordar que son frecuentes las retenciones en estos accesos a Alzira en horas punta y, especialmente, los sábados. Diego Gómez comentó que la presencia de Aki al otro lado de la rotonda de Les Fulles, más integrado en el núcleo urbano, representa una ubicación diferente.