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Un ataúd abandonado vuelve a cuestionar el control del mercadillo de Corbera

? Los operarios de limpieza hallan el féretro en las inmediaciones del «rastro» un mes después de encontrar dos granadas de mortero

Un ataúd abandonado vuelve a cuestionar el control del mercadillo de Corbera

Los trabajadores municipales de Corbera se han convertido en los últimos meses en especialistas en el hallazgo de valiosos y extraños objetos abandonados. La razón no es otra que la celebración en la zona del polígono industrial del mercadillo de productos de segunda mano que todas semanas, exactamente los domingos, se celebra en la localidad de la Ribera Baixa y en la que la falta de control sobre las ventas es la tónica usual. Si hace algunas semanas dos trabajadores se encontraron en las inmediaciones del rastro dos artefactos explosivos de la guerra y una bayoneta, esta semana el hallazgo fue quizá más extraño, con un ataúd real del que se desconoce su procedencia. En un principio había intención de que el enterrador municipal pudiese quedarse con el féretro pero la Guardia Civil optó finalmente por retener el ataúd para intentar encontrar a los propietarios. Los trabajadores municipales encontraron el sorprendente abandono un poco más adelante de donde se hallaron las bombas, en una acequia que contiene desechos de diferente tipo.

El ayuntamiento tiene que destinar todas las semanas a varios operarios municipales a las instalaciones del polígono para limpiar la zona después de la celebración del mercadillo dominical, al que acuden centenares de personas en busca de «gangas» de segunda mano. Allí se puede encontrar prácticamente de todo, desde fotos antiguas a utensilios de cocina, mobiliario casero o películas en deuvedé o vídeo. Cualquier objeto tiene cabida y las especulaciones entre los vecinos y vecinas se sitúan en la dirección de que algunos de los vendedores, al no poder dar salida a sus objetos, los abandonan después en las inmediaciones del mercadillo corberano, quedando la zona en mal estado.

Los servicios de limpieza adecentan el recinto pero ya han denunciado en dos ocasiones el hallazgo de objetos que pueden ser peligrosos para la gente que por allí pasea o que pueden alarmar a la población, caso del reciente ataúd.

Los operarios del ayuntamiento (que se encontraban hace aproximadamente un mes realizando trabajos de limpieza del arbolado) hallaron dos granadas Valero cargadas con material explosivo y una bayoneta. «Me he encontrado la vida porque estuvimos manipulando el artefacto y lo llevamos en el camión. Hubiese podido pasar una desgracia si se lo encuentra un niño», argumentó en su momento uno de los operarios que encontró los artefactos.

Él y su compañero decidieron acudir al cuartel de la Guardia Civil de Sueca con las granadas de mortero. Una vez conocido el origen de los artefactos, el Equipo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Valencia se desplazó al lugar de los hechos, comprobó que se trataba de dos explosivos tipo Valero que se utilizaron durante la guerra civil.

Las granadas fueron destruidas con posterioridad por los agentes en una zona indicada para estos cometidos. La Benemérita de Valencia recuerda siempre que se produce un hallazgo similar que la forma de actuar consiste en no tocar ni manipular el objeto y limitarse a avisar de inmediato a la Guardia Civil a través del 062 para que acudan con sus cuerpos especializados de destrucción.

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