la falta de civismo ha provocado el deterioro de los aledaños del río Magro a su paso por l'Alcúdia y Guadassuar, perjudicando gravemente el paraje natural. Durante el fin de semana se pudieron ver al lado del cauce los restos depositados allí por varios vecinos, que consideraron que el río era el lugar adecuado para dejar electrodomésticos de gran tamaño y mobiliario de baño.