Más de un centenar de personas se reunieron el sábado en el parque Central para tratar el proceso de reforma de la Casa Ayora, los posibles usos que se le van a dar al inmueble y la reurbanización de la plaza Mayo. En un ambiente distendido, los vecinos trasladaron la necesidad de que la plaza disponga de servicios que la transformen en el centro neurálgico de la villa, o que se saque a la luz el subsuelo de la zona, ya que pueden hallarse restos arqueológicos significativos, como es el caso de cuevas.

En cuanto a la reapertura de la Casa Ayora, se propusieron diferentes fines, como la de convertir el edificio en un museo etnográfico que exhiba las raíces y el legado agrícola de la población o trasladar hasta el lugar el Hogar del Jubilado. Los asistentes también opinaron sobre el transporte al hospital de la Ribera, el servicio de recogida y el banco de ADN de los canes y las principales novedades de las próximas fiestas de julio.