Cullera busca desbloquear administrativamente el proyecto del Manhattan como primera medida de cara a un futuro incierto en el que todo parece por definir menos que se evitará la gestión municipal directa y las ansias faraónicas. Por este motivo, el ayuntamiento que comanda Jordi Mayor y la Generalitat han iniciado los trámites para deshacer el complicado entramado del proyecto urbanístico. El alcalde se reunió con el subsecretario autonómico de la conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Francesc Signes, y la directora de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana (EIGE), Helena Beunza, y acordaron constituir la comisión de seguimiento del convenio para la gestión y el desarrollo del Plan Parcial del Sector NPR-5 Bega-Port. Este organismo debía haberse creado cuando el consistorio y la conselleria acordaron dicho convenio en 2003, pero sin embargo nunca se hizo. «Esto supuso una falta de control absoluto por parte del ayuntamiento sobre el desarrollo del programa por la dejadez de los anteriores gobernantes», denunció ayer Mayor.
El paso dado ahora servirá para «retomar un diálogo roto entre ambas administraciones durante los gobiernos del Partido Popular», circunstancia que ha sido «muy perjudicial» para los intereses de Cullera, destacó el alcalde. Sobre el proyecto de futuro en el Manhattan, ya se verá. «La gestión directa no parece viable pero ahora se tenía que dejar claro quien asumía diferentes cláusulas del acuerdo. El proyecto que desarrolló el PP es hoy inviable porque la empresa urbanizadora está totalmente incapacitada a nivel económico y administrativo y mientras todo esté vinculado a esa figura el bloqueo es insuperable. Se busca dar ahora solución a ese hecho», declaró el alcalde.
Este nuevo clima de diálogo y entendimiento permitirá iniciar el desbloqueo de asuntos relacionados con el PAI del Manhattan enquistados desde hace más de una década. El primer edil destacó que la sintonía con el nuevo Consell «es absoluta» y puso de relieve que la voluntad de ambas partes pasa por «llegar a acuerdos que beneficien a los intereses de Cullera».
Deuda de 2 millones
Uno de los asuntos prioritarios que deberá abordar la comisión de seguimiento del pacto es la deuda de más de dos millones de euros que el antiguo Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) „actual EIGE„ reclama al consistorio en concepto de redacción de informes, estudios y proyectos relacionados con el polémico plan urbanístico del Manhattan. El subsecretario de la consellera Francesc Signes destacó «la necesidad de que la administración autonómica y la local trabajen conjuntamente, con la finalidad de gestionar, bajo los principios de responsabilidad, lealtad institucional y transparencia, los intereses de todos los ciudadanos».
