El cierre al tráfico de la calle Pérez Galdós por las obras de renovación de la red de agua potable y alcantarillado, que el Ayuntamiento de Alzira aprovechará para renovar la estética exterior de este eje comercial, supuso ayer el inicio de la particular carrera de obstáculos para muchos conductores -similar a la que se produce cada año durante la semana fallera, aunque con algunos matices ya que en ese período sí hay salida desde Mayor San Agustín por Pérez Galdós- y provocó los primeros contratiempos para algunos establecimientos.
El portavoz del área comercial, Rafael Gregori, que ha llevado la voz crítica contra el proyecto, no dudó en señalar que «ha faltado planificación», mientras desde el gobierno municipal mostraban su disposición a abordar con la mejor voluntad los problemas que se puedan plantear con el inicio de las obras.
El ayuntamiento desplazó ya el miércoles por la noche los maceteros al tramo siguiente de Pérez Galdós para seguir con la experiencia de ampliar la zona peatonal y dejar la calzada con un único carril central, de forma que la empresa constructora ya pudiera acotar desde primera hora de la mañana el área en la que va a trabajar, dejando libres las aceras.
Uno de los problemas se suscitó cuando una furgoneta de Flores Paquita, de siete metros de longitud, se disponía a salir del garaje por Mossén Grau y, según una de las propietarias del negocio, Mª José Palomares, en base a las direcciones habilitadas no tenía posibilidad de hacerlo. «Quiero que se sepa que nos han colapsado el trabajo, nos han generado pérdidas y nos hemos tenido ninguna respuesta por parte del ayuntamiento ni de la Policía Local», lamentó, mientras aseguraba que le habían cancelado un pedido de cinco coronas al no entregarlo a tiempo. «Me han enviado a dos agentes que me decían que me abrían paso en dirección contraria -por Mossén Grau- pero que en las siguientes salidas hubiera alguien de la empresa para cerrar el tráfico en la esquina», relató, una solución que no acepta ya que asegura que los vehículos realizan múltiples viajes cada día y que por la única calle que tiene abierta, por San Vicente a la calle Sant Jaume, «no cabe» este vehículo.
Gregori comentó que los comerciantes pensaban que se dejaba abierta la salida por la plaza hacia la avenida, aunque ayer no era así.
Por otra parte, el consistorio ha habilitado plazas de carga y descarga en la calle Bailén al alertar un horno que con los maceteros no hay espacio para el transporte de leña.
