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"Estamos tomando decisiones valientes"

«El delegado del Gobierno ha impugnado la municipalización de la emisora, la piscina y la limpieza de edificios, no queremos abrir más frentes de conflicto y arriesgar el futuro de trabajadores»

"Estamos tomando decisiones valientes"

El gobierno alcireño (Compromís, PSOE y EU) llega al ecuador del mandato con abundantes recursos para inversiones. El alcalde destaca que se han revertido las políticas del PP, descarta obras faraónicas y asegura que es el momento de visualizar el cambio. No se ha planteado si repetirá como candidato.

P Se cumplen en unos días dos años de la toma de posesión del tripartito. ¿Ha cambiado tanto la ciudad como pretendían?

R Hace dos años que aterrizamos en el ayuntamiento. Había que organizar el gobierno del tripartito y en los primeros cien días buscamos atender las urgencias más necesarias. Luego vino el presupuesto de 2016, hubo tensiones, pero la ciudad empieza ahora a visualizar cuál es el cambio político que queremos dar a Alzira. Hemos revertido las políticas de la anterior corporación del PP y hemos mejorado la vida de la ciudad y de las personas.

P ¿Qué cambios quedan por hacer en esta segunda mitad del mandato?

R Hemos de profundizar en la participación. Queda por hacer, evidentemente. Hemos de continuar trabajando en mejorar la movilidad y la peatonalización, acabar el canal de les Basses para evitar inundaciones, continuar la obra del retén, que es una obra de futuro; habrá que continuar con el plan de arbolado, el Casal Jove, la gasolinera de Luis Suñer... Ver si la Conselleria de Justicia pone en marcha el Palau de Justícia, ya que ya va a licitar el proyecto. Esas cosas van a dejar un poso en la ciudad del trabajo de este gobierno, al margen de ahorrar, pagar deuda y gestionar lo mejor posible la ciudad. El conseller Manolo Alcaraz hacía una comparación que me gustó, decía que en la película «El nombre de la rosa» se habla de que los monjes tenían miedo al demonio de mediodía, la tentación, y ahora estamos en ese mediodía, a mitad de legislatura, y es el momento de hacer cosas, de visualizar lo que queremos. Es clave y se ve claramente. El PP ya sabe que es oposición, hasta ahora parecía que no, pero ha reaccionado ahora y también ahora es el momento de que el gobierno gestione, visualice y ponga las bases firmes de esta legislatura.

P El ecuador de la legislatura llega precedido por las protestas que han generado las obras de Pérez Galdós o la supresión de una unidad concertada en la Purísima. ¿Han sido los momentos más difíciles desde que es alcalde?

R Han sido momentos complicados y van a haber más. Los ha habido desde el inicio de la legislatura, el pacto, la organización, tensiones internas... es evidente que estamos gobernando desde la diversidad, no desde la visión homogénea de un partido único, y gestionando una ciudad diversa que ha votado de forma diversa. Son momentos complicados, pero es el momento de actuar, de ganar el futuro de la ciudad e impulsar los proyectos que como equipo de gobierno pensamos que van a mejorar la vida de las personas. Que la gente tenga dudas de lo que hacemos, plantee sus inquietudes y críticas es importante, lo asumimos, lo intentamos contrarrestar y tenemos que saber explicarlo. Estamos tomando decisiones valientes. En el caso de Pérez Galdós, cuando la gente lo vea acabado, posiblemente nos pida que continuemos con otro tramo. En el tema de la Purísima este alcalde ha actuado de la forma más coherente que podía. No tengo que hacerme un harakiri político porque no toca. Me pongo en su lugar y les he intentando ayudar en todo lo que he podido, pero llega un momento en que no puedes hacer más.

P Gobernar en coalición suele ser complicado. ¿Cómo valora la salud del tripartito?

R Siempre hay tensiones, lo tengo que reconocer, e intentamos coordinarnos para hacer una acción de gobierno conjunta, pero la salud es buena. Y sobre todo porque creo que al final nos tenemos que entender sea como sea. En las elecciones se votó esta visión del tripartito y es posible que en unas futuras elecciones tengamos que repetir. Vamos en el mismo barco y creo que este barco tiene recorrido. Siempre hay tensiones, pero después de media legislatura se ve que podemos gobernar. En los presupuestos es cuando más tensión hay, pero por suerte el tema de inversiones está prácticamente pactado, las diferentes líneas abiertas nos dan una capacidad de acción y una fuerza para sentar las políticas que quiere hacer el gobierno de cara al futuro.

P Se ha superado el debate de la asistencia a procesiones...

R Es un tema que está aparcado, yo exijo a Compromís que haya una revisión del pacto, que las ejecutivas se reúnan para ver cómo ha evolucionado, cómo está funcionando y las perspectivas de futuro. Es necesario evaluar porque hay cosas del pacto, entre ellas esa, que habría que empezar a hablar por si se tuviera que repetir el tripartito. Mi idea en este asunto es que hay que pactar unos criterios de presencia institucional en una serie de festejos o procesiones que son referenciales para la ciudad, respetando siempre la libertad de las personas.

P Se acusa al tripartito de ser como un reino de taifas, donde cada uno gestiona su área de forma casi independiente.

R Es posible porque estamos gestionando una diversidad, hay diferentes áreas, pero eso pasa en todas las ciudades, la visión de que cada uno intenta barrer para casa. Hay que intentar limar esas situaciones y ver que hay políticas transversales y vertebradoras como la movilidad o el medio ambiente que son las que tenemos que cuidar. Hay que eliminar esos reinos de taifas y reconozco que hemos de acabar de engrasar el tripartito en ese sentido, pero no lo estamos haciendo tan mal.

P El pacto de gobierno contemplaba en una primera fase medidas de carácter social principalmente. ¿Se ha superado ya aquel estado casi de emergencia?

R Creo que hay una relajación en este tema. La crisis continúa porque los contratos que se hacen ahora son miserables y la emergencia continúa en este sentido. Nosotros dimos respuesta primero a los niños, y continúa viniendo gente que necesita vivienda. La creación de la Oficina de la Vivienda ha sido un acierto para dar salida a muchas necesidades, temas de desahucios, relación con los bancos, ayudas de alquiler social... Pero sigue habiendo situaciones de emergencia social y de pobreza y hemos de continuar dando respuesta. Y sobre todo el problema del empleo. La gente necesita trabajo y sigue habiendo una situación muy complicada, no de una gran emergencia, pero si muy complidada. El paro no acaba de bajar y los Servicios Sociales hay épocas en que se colapsan.

P Pero iniciativas anunciadas como un comedor social y el banco de alimentos y medicamentos no se han llegado a concretar. ¿Siguen estando en la agenda?

R Las prioridades son los niños y después las personas mayores. Intentamos dar respuesta con el comedor de verano y con becas escolares durante el curso. El tema de crear un comedor social va a ser muy díficil. De momento estamos intentando dar ayuda a Cruz Roja, Cáritas y El Norte Perdido para suplir eso. Está en cartera, pero para nosotros es más importante seguir con las ayudas para que ningún niño se quede sin comer.

P El tripartito hace bandera de la participación, pero el comercio de Pérez Galdós echa en falta que se le haya consultado.

R Desde el principio de legislatura digimos que íbamos a mejorar la movilidad y el bloque incluía Pérez Galdós, Hort dels Frares y Piletes. Se hicieron reuniones porque queríamos consensuarlo. Si ha faltado participación ha sido a la hora de mostrar cual era el proyecto de obra, ya que hasta el 10 o 12 de mayo no lo teníamos porque dada la realidad del subsuelo se ha tenido que cambiar, pero la gente sabía lo que se quería hacer y por eso se colocaron los maceteros, para que se visualizara qué es lo que queríamos hacer. En Madrid, en la Gran Vía, se pusieron al principo separadores para ampliar las aceras y ahora se presenta el proyecto de Gran Vía que es silmilar al nuestro.

P El gobierno ha municipalizado la piscina, la emisora y la limpieza de edificios públicos, pero ha vuelto a licitar contratos como la ORA o la limpieza viaria aunque, eso sí, muy cortos. ¿No hay margen para seguir por este camino?

R Lo hemos analizado muchísimo. El tema de la piscina y de la radio ha sido muy costoso, nos hemos tirado casi un año para cerrar un tema que venía por un imperativo legal y hemos tenido la cortapisa de la Delegación del Gobierno, que dice que el tema del personal lo hemos hecho mal. Y en el tema de la limpieza también nos han llevado a los tribunales, hay un contencioso abierto por el delegado del Gobierno contra el ayuntamiento por la municipalización de los tres servicios. Tenemos sobre la mesa una serie de posibilidades como las escuelas infantiles. Son nuestras, lo pagamos todo menos el tema del personal, que alguien lo dio en concesión. Se trataría de revertir una situación pero lo hemos parado porque no podemos arriesgarnos a que un juez nos diga que tenemos que despedir a estas personas y poner en juego el futuro de esas familias. El tema de municipalizaciones está parado, no abramos más frentes que puedan crear conflictos. ¿Por qué se saca a licitación con plazos cortos? Porque no podemos hipotecar la vida de la ciudad más allá de 2019.

P Con los fondos de la diputación y la posibilidad de recurrir al superávit, el ayuntamiento vuelve a disponer de dinero para inversiones. ¿Se puede rescatar alguno de los grandes proyectos?

R Tenemos cuatro líneas de inversión. Una es el Fondo de Cooperación Municipal, con 602.000 €, y vamos a hacer actuaciones en la residencia de Guerrillero Romeu, dignificar las calles del Torrejó, un campo de césped artificial. Otra es el Patrimonio Municipal del Suelo; hemos comprado la casa de la calle Chulvi, vamos a invertir en apuntalarla y adecentarla, o en las expropiaciones de la calle Benifairó. Otra línea de actuación es el superávit de 2016, entre 1,6 y 1,8 millones, es mucho dinero, pero son para inversiones sostenibles y de ahí se prevé inyectar dinero en la electrificación del Respirall, más de 300.000 euros, en caminos rurales... Y los planes de obras de la diputación, de los que nos llegaran algo más de 200.000 euros. Vamos a tener posibilidad de que la gente vea que estamos haciendo cosas y eso nos dará una proyección de la gestión. Si también se hace el Canal de les Basses, se sigue con el retén, se pone la primera piedra del Palau de la Justícia.... Hay muchos frentes abiertos, no estamos por macroobras faraónicas que se quedan a medias y estamos por mejorar la vida diaria de la ciudad.

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